Jorge Daniel Camarena coordinó la publicación del Washington Post en México y ha sido coeditor de política. Se ha especializado en la agenda binacional entre México y Estados Unidos.
Con un falso dramatismo que remite a una de las frases que inmortalizaran al ex presidente mexicano José López Portillo (aquella que pronunciara un 17 de agosto de 1981, con la que prometió “defender al peso como un perro”, previo a que la moneda mexicana se devaluara de 22 a 70 pesos por dólar) el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, exhortó a la población capitalina a defender el salario mínimo.
“Quiero pedir un favor, necesito que ustedes, que la gente de la ciudad nos apoye con esta lucha para elevar el salario mínimo, (…). No nos vamos a detener, vamos a seguir luchando, vamos a seguir trabajando por la gente que más lo necesita y ustedes nos van a ayudar”, urgió el sábado pasado durante la jornada del programa Tu Ciudad Te Re-Quiere, en la delegación Magdalena Contreras.
Su requerimiento se da en el contexto de la reciente modificación que realizó el pasado viernes 11 la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), con lo que la más básica expresión del pago que un trabajador mexicano obtiene al día pasará de los 70.10 a 73.04 pesos (O sea, 4.32 dólares diarios), a partir de enero próximo.
En Estados Unidos la ley federal obliga a un pago mínimo en todo el país de 7.25 dólares por hora.
El irrisorio incremento autorizado por la Conasami fue calificado por Mancera como un “madruguete”, puesto que la Comisión no tomó en cuenta las opiniones de los partidos políticos para la desindexación del salario mínimo y debió esperar a que culminara el proceso legislativo para decidir sobre el aumento que se le haría a éste.
En respuesta al jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, descartó tajantemente en entrevista radiofónica que el incremento de 2.94 pesos diarios al salario mínimo (equivalentes a 17 centavos de dólar) haya sido un madruguete, puesto que dicho aumento “supera en el doble a la inflación esperada”. Sólo para poner las cosas en perspectiva, el secretario Navarrete Prida percibe un salario diario de 6,837 pesos (404.5 dólares), según su declaración patrimonial hasta enero del 2013.
La propuesta original de Miguel Ángel Mancera era que para el 2015 el salario mínimo se incrementara a 82.9 pesos (4.90 dólares); durante el 2016, a 105.6 pesos (6.24 dólares); en el 2017, a 134.5 pesos (7.95 dólares), de modo que para terminar el sexenio –2018–, el salario mínimo llegue a 171.3 pesos (10.13 dólares diarios). Actualmente se conforma con que llegue a 86.33 pesos (5.10 dólares).
Pero antes de repartir culpas o alabar falsos héroes debe usted leer esto:
El precio de la canasta básica mexicana, según la página https://elinpc.com.mx/, hasta octubre del 2015, alcanzó un total del 2 mil 480.95 pesos (146.8 dólares). Es decir, si usted ganara el salario mínimo actualmente en México tendría que trabajar 35 días, más de un mes o 280 horas, para poder adquirir los 80 artículos de consumo básico –carnes, aceite comestible, leche, queso, verduras, artículos de limpieza, etc.– que le permitirían no caer en pobreza extrema alimentaria.
Supongamos esto: Si nos subiéramos a una máquina del tiempo y viajáramos hacia el futuro, hasta el distante 2018, e hipotéticamente nos encontráramos con la noticia de que el salario mínimo llegó a la propuesta máxima del jefe del GDF (171.3 pesos) y que además, por un milagro, no hubo inflación ni incremento de precios, ni aumento a los combustibles, ni nada de eso, por lo que la canasta básica cuesta lo mismo que en el 2015, usted tendría que trabajar aún así 14.5 días o 116 horas para poder comprarla.
Hay que tomar en cuenta, claro, que la comida no dura para siempre y que una persona ordinaria debe de pagar servicios –agua, luz y teléfono (si puede)–, renta, vestido, calzado y traslados.
No hay que olvidar que durante la gestión de Mancera el boleto de Metro aumentó de tres a cinco pesos, el predial se incrementó hasta en un 70% y que el 15 de diciembre entra en vigor el reglamento de tránsito más punitivo en la historia del Distrito Federal, con multas que en su mayoría oscilan por arriba de los dos mil pesos (o sea 28 días del salario mínimo actual).
Las acciones del jefe del GDF hablan tan fuerte que enmudecen sus palabras.
En corto: Desde luego que hace falta un incremento al salario mínimo, un incremento digno, pero el aumento propuesto por Mancera es si acaso paliativo y nada más que su esfuerzo por subirse a una campaña política de carácter social rumbo al 2018.
El carácter ilusorio de un mejor salario para los mexicanos, como siempre, se vuelve el campo de juego de los políticos para cumplir sus ambiciones.
FYI
El diario mexicano El Universal publicó el domingo 13 una nota periodística, en la que expone que un trabajador mexicano tendría que trabajar 558 años para igualar el aguinaldo que recibirán cada uno de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia. Cada juez recibirá este mes como prestación 586 mil 449 pesos (34 mil 701 dólares).