Rosa Tequida, periodista mexicana. En 2002 fue nombrada Periodista Latina del Año por la National Association of Hispanic Journalist.
El Papa Francisco difunde cotidianamente sus mensajes por todo el mundo no sólo a través de los medios vaticanos y la prensa internacional, que está siempre pediente del más mínimo de sus pasos, sino a través de las redes sociales, donde se ha convertido en uno de los personajes más populares de nuestro tiempo.
El pontifice “del fin del mundo” tiene cuentas en nueve idiomas en Twitter y en su versión en español, y es seguido por más de 7,8 millones de personas.
En su twitter del 24 de enero cuando dijo “Practicar la caridad es la mejor forma de evangelizar”, el mensaje fue retuiteado casi 2 mil veces a las dos horas de publicarlo.
Antes que el Papa Francisco, Benedicto XVI había inciado la cuenta en Twitter en diciembre de 2012 en ocho lenguas y contaba con alrededor de 3 millones de seguidores hasta el 28 de febrero de 2013, último día su pontificado.
Pero con el Papa Francisco el número de seguidores se disparó. Monseñor Claudio María Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales en el Vaticano, ha dicho que más de 60 millones de personas reciben los mensajes del Papa Francisco gracias a los “retuits” de los seguidores.
Autoridades eclesiásticas apuestan a que la presencia institucional de la Iglesia Católica en la web es positiva cuando ven el éxito en Twitter. La página news.va, en Facebook tiene 106 mil 812 likes en su versión castellana; 86 mil 457 en la inglesa y ediciones en otros tres idiomas.
Desafíos comunicacionales
El Papa Bergoglio está consciente de los beneficios y las desventajas de hacerse público de esta manera y toma los riesgos. En más de una ocasión ha sufrido las consecuencias cuando ha dado mensajes o comentarios controversiales, (por ser directos y poco usuales en un Papa), que en cuestión de pocas horas le han dado la vuelta al mundo.
Un mundo que está pendiente de lo dice el Papa Francesco. Así lo muestran los registros de las redes sociales y de google, mientras la Iglesia Católica está respondiendo a los desafíos comunicacionales en el mundo digital.
Facebook reconoció en su informe anual “Year in Review” 2014 que el Santo Padre Francisco fue el ítem sobre el cual más hablaron los internautas.
Los mensajes y discursos de los Papas que en sus orígenes más remotos llegaban a un grupo reducido de ineterlocutores, hoy en día llegan en cuestión de minutos u horas a millones de personas.
Las tácticas de Bergoglio para comunicarse no son precisamente nuevas, ya Pablo VI, Juan Pablo II y su antecesor Ratzinger habían dado un paso y se habían enrolado sin timidez en la fascinación de los medios de comunicación masiva, cada uno a su manera y con las herramientas de su tiempo habían reconocido la importancia para la Iglesia Católica de ser amigos de los medios masivos y de abrazar a las nuevas tecnologías de comunicación para llevar el evengelio.
Pero el Papa latinoamericano, hay que reconocerlo, ha aportado otros nuevos elementos que están estableciendo una nueva manera de evangelizar de através de los mass media y la tecnología digital.
Francisco, con su manera sencilla, directa de ser, su lenguaje coloquial y sus discursos, que muchos han tildado de populistas, se está acercando a mucha gente que antes no tenía tanto interés y está ofreciendo al mundo una nueva imagen del Papa, un nuevo significado de ser Papa.
Al César lo que es del César, Francisco con su gran carisma se ha ganado tantos de seguidores que lo envidiaría cualquier estrella del rock o actor de Hollywood.
De acuerdo al estudio “Internet loves Pope Francis” realizado bajo los auspicios de Aleteia, Francisco es el líder mundial más requerido en Google con 1.737.300 búsquedas y es también el más mencionado en la web con más de 49 millones de apariciones.
Con la llegada del Papa argentino al Vaticano estamos siendo testigos de una nueva manera de ver la religión católica: el binomio Francisco – tecnología digital nos están presentado nuevos caminos para conocer a Dios y a los principios del evangelio cristiano en un mundo que dos décadas atrás ni siquiera se podía pensar.
Francisco más y más se presenta al mundo como hombre con defectos y virtudes que no teme equivocarse, que no teme pedir perdón o disculparse si falla.
Somos testigos de un cambio profundo en la manera en la que hasta hoy un Papa se había acercado a la gente. Francisco está desmitificando la figura tradicional de un Papa, mostrándose más terrenal, más humano y por ende más cercano.