Salvador Reza es un organizador en Phoenix, Arizona. Lucha por los derechos humanos, los derechos indígenas, y los derechos de la madre tierra. Organiza familias bajo Los Comités de Defensa del Barrio. Es también analista en radio, prensa y televisión.
“En Michoacán se levantaron las armas, pero en Guerrero se levantaron con ideas. Las ideas duelen más que las balas porque las balas entran y salen por el cuerpo, pero las ideas se quedan y duelen más que las balas”. Padre Goyo 01.27.1
Tuvimos la suerte de tener entre nosotros la semana pasada al Padre Goyo de Michoacán, justo en el día en que el gobierno mexicano desesperado por cerrar el caso de los 43 normalistas desaparecidos anunció que su tesis inicial es la verdadera.
Y su versión dice: “Los soldados y los federales no tienen vela en el entierro. Los únicos responsables fueron el crimen organizado y las autoridades municipales. Los soldados son unos guerreros ejemplares que no se atreverían a ser corrompidos”.
Sin embargo, el Padre Goyo en Univision Nacional tajantemente dijo, ¡NO! ¡NO! no están diciendo la verdad. NO están diciendo la verdad en Michoacán y NO están diciendo la verdad en Guerrero.
En ambos lados se ha cometido un crimen de estado y ese crimen de estado tiene nombre. Enrique Peña Nieto. Crimen Organizado. Narco Estado Mexicano.
Y es que la PGR ha fincado cargos de vínculos con el crimen organizado al alcalde de Iguala y a su esposa, pero nada de “desaparición forzada”. Esto se hace para desvincular al ejército y a la federal de alguna responsabilidad. Pero ya es muy tarde, se rastreó el celular de uno de los estudiantes desaparecidos en el cuartel en Iguala de la 27 zona militar; pero el celular no llegó allí solo. Las Naciones Unidas, la comunidad internacional, Amnistía Internacional, La Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos, nadie, pero nadie les cree nada.
Lo que mantiene al gobierno de Enrique Peña Nieto del desplome es el apoyo militar de los Estados Unidos que siguen empeñados en apoyar al narco-gobierno hasta los dientes.
La semana pasada el Padre Goyo se reunió con gente de la oficina del procurador general de Estados Unidos en Phoenix pidiendo que se termine la ayuda armamentista al Narco Gobierno mexicano.
En Estados Unidos existe la ley Leahy que prohíbe ayuda militar a gobiernos que violen los derechos humanos. La ley Leahy se utiliza para castigar a los enemigos ideológicos de Estados Unidos.
En el caso mexicano, invocar la ley Leahy es matar la gallina de los huevos de oro; la que le ha puesto riquezas incalculables a las corporaciones. Peña Nieto les pone desde el negocio de las minas hasta el petróleo mexicano. El narco-estado surte a las corporaciones el sudor y la sangre del trabajador mexicano en ambos lados de la frontera.
La gallina en turno, ya sea Peña Nieto del PRI, o Calderón del PAN, pone el oro humano. Empolla las vidas que se convertirán en “nuggets” para alimentar las corporaciones extranjeras en los campos, en las fábricas, en las minas, y en el abundante negocio del narcotráfico.
El Padre Goyo llama al pueblo mexicano en este lado de la falsa frontera a levantar nuestra voz y presionar para liberar a México de los partidos. El pueblo de Cheran puso el ejemplo en Michoacán, los pueblos indígenas se sacudieron la sarna de los partidos, desterraron al narco y defendieron sus bosques. Ahora a nosotros nos toca la defensa de nuestro pueblo desde las tierras ancestrales de nuestros abuelos aquí en Aztlan.