Londres.- El régimen de Corea del Norte, aislado por la comunidad internacional, recibió una inesperada sorpresa de Donald Trump, precandidato a la presidencia de Estados Unidos: su deseo de diálogo.
En un adelanto de lo que podría ser su política exterior si llega a la Casa Blanca, Trump, sin oponentes para alcanzar la candidatura republicana, dijo que está dispuesto a hablar con el líder norcoreano Kim Jong-un, citó la BBC.
Además, en un entrevista también propuso presionar a China, el único aliado en Asia del gobierno de Pyongyang, para que presione a Corea del Norte, además de que espera cambiar el acuerdo climático alcanzado en París en diciembre pasado.
Sin dar detalles, Trump señaló que estaría dispuesto a hablar con Kim sobre su programa nuclear si llega a la presidencia, lo que sería un giro radical en la política exterior estadunidense.
Washington, que tiene como aliado a Corea del Sur y Japón en Asia, ha sido uno de los países que ha encabezado los esfuerzos para aislar a Pyongyang, cuyas políticas desafían las resoluciones de Naciones Unidas en su contra.
“Al mismo tiempo, me gustaría poner un montón de presión sobre China porque económicamente tenemos un enorme poder sobre China”, manifestó Trump.
Su disposición a hablar con Kim sigue a los elogios que le brindó en enero pasado durante un acto de campaña en el que instó a “reconocer” el mérito del líder norcoreano por imponerse políticamente en un país como Corea del Norte, aunque antes lo había calificado de “maniático”.
“Cuántos jóvenes, tenía como 26 o 25 años cuando murió su padre, se imponen a generales duros y de repente (…) entra, toma el poder y es el jefe”, argumentó.
Según el multimillonario, cuya candidatura ha dividido a Estados Unidos por sus posturas proteccionistas y antiinmigrantes, “es increíble” cómo Kim se deshizo de sus rivales.
Luego del anuncio de Corea del Norte de su primer ensayo con una bomba de hidrógeno a principios de año, Trump afirmó que el pequeño país asiático “controla totalmente” a China.
Por otra parte, al conversar con Megyn Kelly, de la cadena de televisión Fox, con la cual mantuvo un duro intercambio de comentarios de corte misógino en uno de los primeros debates, se disculpó por las ofensas que dijo, pero dejó claro que no cambiará su característica actitud beligerante.
Ya sin oponentes republicanos que le disputen la candidatura, Trump parece que amplia sus incursiones en temas de política exterior.
Sostuvo el pasado fin de semana que si llega al poder no tendrá “muy buena relación” con el primer ministro británico David Cameron, después de que éste calificase de “estúpida” su propuesta de prohibir la entrada de musulmanes en Estados Unidos.
“Parece que no vamos a tener una muy buena relación (con Cameron), quién sabe. Yo espero tener una buena relación con él, pero parece que no está dispuesto a atender el problema”, dijo a la cadena británica ITV.