Washington.- El presidente estadunidense Barack Obama confesó hoy que una de las cosas más difíciles de su trabajo al frente de la Casa Blanca es negar el pago de rescates a las familias de estadounidenses secuestrados.
Obama indicó que Kayla Jane Mueller, la estadunidense cautiva del grupo Estado Islámico (EI), cuya muerte fue confirmada este martes por su familia, fue una de los rehenes que Estados Unidos intentó rescatar en Siria, en una operación que fracasó el verano pasado.
Sin embargo, desestimó que Estados Unidos no haga lo suficiente para rescatar a sus ciudadanos víctimas de grupos terroristas.
“Dedicamos enormes recursos en cualquier parte del mundo, y desplegué una operación con riesgo significativo para rescatarla no sólo a ella, sino a otros individuos cautivos”, expuso.
En una entrevista con la revista electrónica Buzz Feed News, Obama elogió a la joven trabajadora de ayuda humanitaria, a quien calificó como “una mujer extraordinaria y un gran espíritu.”
Apuntó que a medida que se conoce la labor de Mueller, más contrasta con la “organización barbárica que la mantuvo cautiva”.
Obama destacó que Estados Unidos no paga rescates a organizaciones como EI, debido a que, además de convertirse en una fuente de financiamiento y fortalecimiento para esos grupos, los estadunidenses serían blanco de un mayor número de secuestros.
Indicó que su inmediata reacción fue de aflicción tras la confirmación de la muerte de la joven originaria de Arizona, secuestrada en 2013 por el Estado Islámico mientras realizaba trabajo voluntario con refugiados sirios en Turquía.
Estados Unidos resaltó la responsabilidad del EI por la muerte de la joven de 26 años.
El grupo radical presentó el asesinato de Mueller como respuesta a los ataques de Jordania en territorio controlado por EI en Siria, en represalia a su vez por la inmolación de un piloto militar jordano a manos de los yihadistas.