Angalifu, que tenía unos 44 años, parecía haber muerto ayer, domingo, debido a su avanzada edad, según U-T San Diego (https://bit.ly/1yQl4qU ).

Su muerte deja sólo un ejemplar de la especie en el zoológico, otro en un zoo de República Checa y tres en una reserva en Kenia.

Los cuernos de rinoceronte son valorados como empuñaduras de dagas, y se los considera erróneamente como afrodisiacos. Como resultado, la caza furtiva ha llevado a los amenazados rinocerontes al borde de la extinción.

Los intentos de que Angalifu se reprodujera con la rinoceronte blanca del norte del centro de San Diego fueron infructuosos.