No se hicieron detenciones ni se descubrieron armas en el astillero donde hace dos años un hombre abrió fuego y causó la muerte de 12 personas antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad y de acuerdo con autoridades los informes de disparos no se han confirmado.

Autoridades que hablaron a condición de permanecer en el anonimato por no estar autorizadas a hablar con medios dijeron que se recibió la alerta sobre un posible tirador, lo que desató una respuesta masiva de acuerdo con los protocolos creados tras la matanza de septiembre de 2013.

La seguridad de la Marina vio en un video de vigilancia que dos personas saltaban una valla en las cercanías del edificio situado al sureste de Washington un par de minutos antes de que se reportara el primer presunto disparo, dijo otro funcionario. Elementos de seguridad no hallaron a nadie dentro del edificio.

Las calles que llevan al astillero fueron cerrados por numerosos agentes de seguridad, policía y bomberos, mientras helicópteros volaban alrededor del lugar. Agentes del FBI y del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) estaban en el lugar.

Las puertas de ingreso al astillero naval estaban cerradas y se advirtió a las personas en el interior que buscaran refugio, dijo Chatney Auger, vocera del distrito naval en Washington.

Al momento en que se reportaron los disparos habría miles de personas en el lugar, dijo a periodistas el oficial de asuntos públicos de la Marina, Chris Johnson.

En septiembre de 2013 un contratista de la Armada, Aaron Alexis, mató a 12 trabajadores civiles en el edificio del astillero naval antes de que la policía lo matara al dispararle.

El astillero naval, que se encuentra en el sureste de Washington, es la instalación de la Marina más antigua de Estados Unidos.