Washington.- Donald Trump consiguió el martes una victoria decisiva en Florida, pero perdió en Ohio ante el gobernador del estado, John Kasich, mientras los desesperados adversarios del multimillonario tratan de detener su marcha hacia la nominación presidencial del Partido Republicano.
Hillary Clinton amplió su ventaja sobre Bernie Sanders en la contienda de precandidatos demócratas con triunfos en Florida, Ohio y North Carolina.
Marco Rubio, el senador federal de Florida quien apostó su alguna vez prometedora campaña a una victoria en su estado natal, se retiró de la contienda por la nominación presidencial poco después del cierre de casillas electorales. Eso deja a Kasich como el último verdadero precandidato de la élite republicana que compite contra Trump y el archiconservador senador federal de Texas, Ted Cruz.
Trump buscó ganar las cinco elecciones primarias del martes para tratar de construir una ventaja insuperable en el indispensable recuento de delegados. Florida fue el premio mayor de la jornada, pues los 99 delegados del estado fueron para Trump.
El impetuoso y controversial astro de programas de telerrealidad ha puesto de cabeza a dirigencia republicana al ganar la mayoría de las contiendas estado por estado para obtener delegados, los cuales escogerán al nominado presidencial. Trump ha capitalizado el enojo de los estadounidenses con los políticos de Washington, persuadiendo a los votantes con su simple promesa de hacer a Estados Unidos grandioso otra vez.
La victoria de Kasich, obteniendo todos los 66 delegados de Ohio, fue crucial para desacelerar el impulso de Trump. Aunque Trump llegó al martes con la mayor cantidad de delegados, ha conseguido menos del 50% de ellos. Si ese ritmo continúa, no lograría la mayoría que requeriría para asegurarse la nominación en la convención del partido en julio. El resultado podría ser una convención disputada, que crearía un desenlace imprevisible.
Ésta es la primera vitoria para Kasich, cuyo mensaje optimista y largo historial de servicio público han tenido poca resonancia mientras sus adversarios aprovechan la ansiedad de los votantes y el desdén por Washington. Aunque podría beneficiarse con el retiro de Rubio, es improbable que supere a Trump, pero podría ayudar a mantenerlo debajo de umbral de 50% de delegados conseguidos.
Con el triunfo en Florida, Trump tiene ahora 568 delegados. Cruz tiene 370, Kasich 129 y Rubio abandonó la contienda con 163. Se necesitan 1.237 delegados para ganar la nominación presidencial republicana.
En la contienda demócrata, se esperaban victorias de Clinton en Florida y North Carolina, pero Sanders tenía esperanzas de ganar en Ohio, que finalmente fue para Clinton. Es poco probable que Sanders supere a Clinton en el conteo de delegados, pero su victoria la semana pasada en Michigan pone de relieve la inconformidad que muchos votantes de su partido tienen respecto la candidatura de la ex secretaria de Estado.