Washington.- Las imágenes grabadas en la memoria de las protestas en Baltimore y Ferguson, Missouri, por la muerte de hombres negros a manos de la policía mostraban a agentes con material antimotines, gases lacrimógenos y arrestos masivos.
Las imágenes más difundidas de la letal balacera entre motociclistas armados y la policía en Waco, Texas, también incluían detenciones masivas, realizadas por policías de aspecto despreocupado, sentados entre calmados motociclistas que utilizaban sus celulares.
El tiroteo en Waco abrió un debate sobre la percepción y la imagen del crimen en Estados Unidos, considerando la dura reacción que provocaron las primeras protestas en policías, políticos y algunos miembros del público.
Voces críticas en los medios, columnistas y activistas de derechos civiles denunciaron que parece haber poca preocupación en la sociedad por el tiroteo en un restaurante de Texas, mientras que los políticos —también el presidente, Barack Obama— describieron a los saqueadores violentos en Baltimore como “rufianes” y los medios dedicaron horas de televisión y radio a diseccionar los problemas sociales que afectan a la comunidad negra.
En Twitter, las etiquetas #wacothugs y #whiteonwhitecrime (“rufianes de Waco” y “crimen blanco contra blanco” en español) se convirtieron en tendencia, y columnistas de todo el país debatían las diferencias.
El tiroteo en un restaurante Twin Peaks de Waco dejó nueve muertos y 18 heridos. Unos 170 motociclistas fueron acusados de pertenencia a crimen organizado, con fianzas de un millón de dólares por cada sospechoso. Las fotografías de las fichas muestran sospechosos blancos, hispanos, una mujer blanca y un hombre que parecía negro.
La pelea comenzó porque un vehículo pasó sobre el pie de un hombre, según la policía. Eso causó una disputa que continuó dentro del restaurante, donde empezaron los golpes y después los disparos, antes de que la violencia volviera a trasladarse al exterior, señalaron. Se confiscaron unas 50 armas, la mayoría armas de fuego y cuchillos. Sin embargo, la policía indicó que el recuento final podría superar las 100 armas.
Los nueve muertos pertenecían a los grupos Bandidos y Cossacks y tenían de 27 a 65 años. Los resultados preliminares de la autopsia mostraron que los nueve murieron por disparos. La policía ha admitido que disparó sobre motociclistas armados, pero no estaba claro cuántos de los muertos fueron abatidos por miembros de pandillas y cuántos fueron derribados por la policía.
No se produjeron muertes durante las protestas de Baltimore y Ferguson, pero la gente estereotipó de inmediato a todos los manifestantes como delincuentes, dijo Nicole Lee, una abogada de derechos humanos que trabajó con manifestantes en ambas ciudades.
“Nueve personas murieron en Waco, y aun así, ustedes no han visto el nivel de repugnancia y consternación que vieron por los incendios en Ferguson y Baltimore”, dijo Lee. “Una de las cosas que los manifestantes siempre decían era que aunque muchos de ellos se oponían a la destrucción de propiedad privada, uno puede reconstruir la propiedad privada. Pero no puede traer de vuelta a la gente, y aun así no se ve una cantidad igual de repulsión en los medios y en la gente por lo que ocurrió en Waco”.
El abogado de derechos civiles Charles F. Coleman Jr. dijo que sólo se culpa a las comunidades minoritarias por la violencia, pero nadie culpa a las familias blancas o comunidades blancas por los actos letales de violencia de hombres blancos, mostrando esos sucesos como “incidentes aislados”. Esto a pesar de los tiroteos con víctimas mortales en Newtown, Connecticut y Columbine, Colorado, así como los disturbios de universitarios que celebran victorias o derrotas deportivas, señaló Coleman.
“Pero cuando uno mira a Ferguson o mira a Baltimore, cuando ve esta clase de incidentes, tenemos una tendencia en relación a los medios de cuestionar por qué le ocurrió a la víctima, y vamos más allá y atribuimos la responsabilidad a toda la comunidad, y en cierto modo culpamos de forma sistemática a la víctima en forma de la América negra”, afirmó.
En una columna en el Texas Monthly, Dan Solomon escribió que Baltimore y Ferguson probablemente no son situaciones idénticas.
“Sin embargo, es difícil imaginar que si en un centro comercial de Waco se hubiera producido un tiroteo que implicara a docenas de jóvenes negros que terminara con 30 víctimas, se percibiera como un incidente aislado que sólo implicó a las personas que sacaron sus armas, o que la policía charlara y fuera amistosa después con la gente vestida con atuendos de pandillas que hubiera en la zona”, escribió Solomon el lunes.