Washington.- Parece que el descarrilamiento de un tren de Amtrak cerca de Filadelfia, con saldo fatal, pudo haber sido un accidente perfectamente evitable, si se hubiera instalado un sistema automático de seguridad en las vías y los trenes, según informaciones recogidas por los investigadores del accidente.
Hace siete años, el Congreso dio a la empresa Amtrak y los ferrocarriles de pasajeros y carga hasta el fin de 2015 para instalar la tecnología, llamada Control Positivo del Tren, pero pocos ferrocarriles, si acaso alguno, esperan cumplir con el plazo. Ahora los legisladores proponen dar a los ferrocarriles otros cinco a siete años para cumplirlo.
El sistema usa GPS, radio inalámbrica y computadoras para rastrear la posición del tren. Puede frenar automáticamente para impedir descarrilamientos a causa de velocidad excesiva, choques con otros trenes, el ingreso de trenes donde se efectúan trabajos de mantenimiento o el ingreso en una vía equivocada debido a un error de señalización. Está diseñado para evitar errores humanos, que son responsables de un 40% de los accidentes ferroviarios.
Un análisis preliminar del grabador del tren, también conocido como “caja negra”, indica que corría a 170 kilómetros (106 millas) por hora en una zona con límite de velocidad de 128 kilómetros (80 millas) antes de tomar una curva con límite de 80 kilómetros (50 millas), dijo el miércoles Robert Sumwalt, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. El conductor aplicó los frenos a máxima potencia segundos antes del descarrilamiento, pero fue demasiado tarde.
“Creemos que si dicho sistema hubiese estado instalado en esta sección de las vías, el accidente no habría ocurrido”, dijo Sumwalt a la prensa.
El accidente dejó por lo menos siete muertos y unos 200 heridos.
Se asemeja a otro descarrilamiento de 2013 en Nueva York el domingo por la mañana después del Día de Acción de Gracias. Un tren de pasajeros de la línea Metro-North descarriló en el Bronx, con un saldo de cuatro muertos y decenas de heridos. El conductor se quedó dormido y no redujo la velocidad del tren que corría a 130 kilómetros (82 millas) por hora al máximo autorizado de 48 kilómetros (30 millas) al tomar una curva. Una investigación de la Junta concluyó que en ese caso el accidente también pudo haberse evitado de tener el sistema antedicho.
Sin contar el descarrilamiento del martes, la Junta ha investigado 29 accidentes de trenes de pasajeros y carga que las autoridades creen pudieron haberse evitado desde 2004 de haber tenido el sistema de seguridad. Esos accidentes dejaron un tendal de 68 muertos y más de 1.100 heridos. La Junta ha instado a la instalación del sistema, o sus precursores, durante 45 años.