El tropiezo de Rubio ha revitalizado a algunos de sus rivales mientras las primarias llegan al sur del país y se avivan las preguntas sobre si el senador, de 44 años, tiene la experiencia necesaria para ser presidente. En los últimos días ha intentado desprenderse de algunos de sus temas recurrentes y el debate será una prueba de primer orden para evaluar su posible recuperación.

Solo seis aspirantes subirán el sábado al escenario de Greenville, South Carolina, lejos de la larga lista de aspirantes que participaba en los primeros debates del partido. Pero incluso con menos rivales en liza, el resultado de la carrera republicana sigue siendo incierto.