Nueva York.- El presidente Barack Obama dijo el martes que algunas familias inmigrantes seguirán siendo deportadas por algún tiempo hasta que se entrenen a agentes de inmigración y se apliquen de forma uniforme las nuevas pautas de expulsión que anunció recientemente.
“Ahora, debido a las medidas que he tomado, todavía tengo a 5 millones de personas que no pueden inscribirse (al plan) ni tienen la confianza de que no serán deportadas”, dijo el presidente durante una entrevista con Univision transmitida parcialmente el martes.
“De hecho, lo que va a ocurrir digamos en los próximos días, semana o mes, es que va a haber personas que todavía van a quedar enmarañadas en el sistema debido a que tenemos que entrenar a los agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) para que respondan de una manera diferente”, señaló el presidente durante su entrevista con el periodista Jorge Ramos.
El contenido de la entrevista fue distribuido a los medios el martes. Ésta será transmitida en su totalidad el domingo.
Obama anunció el mes pasado varias medidas de alivio migratorio, entre ellas nuevas pautas para la deportación. Aseguró que el enfoque estará en expulsar a criminales y no familias.
Las declaraciones del martes sobre ICE contrastan con el mensaje que el mandatario dio el mismo día en un centro comunitario en Nashville, Tennessee, donde animó a familias inmigrantes a acogerse a los nuevos programas de alivio migratorio.
Estos incluyen proteger de la deportación a padres que llevan más de cinco años en Estados Unidos y que tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes. Los beneficiados por la medida también podrán recibir un permiso de trabajo temporal.
También en Nashville, el mandatario aseguró que el ICE no aplicará las nuevas pautas de deportación de forma inmediata.
“Esto tomará algún tiempo, el que los agentes de ICE en el terreno comprendan lo que son estas prioridades y las apliquen de forma consistente, así que aún se oirán historias alrededor del país sobre algunas familias separadas”, dijo Obama. “A medida que pase el tiempo, sin embargo, nos centraremos en reenfocar y redirigir las prioridades para que los agentes (de inmigración) entiendan ‘enfoquémonos en criminales, enfoquémonos en delincuentes, no nos enfoquemos en familias”’.
Según las nuevas pautas de deportación, anunciadas por el presidente el 20 de noviembre, la prioridad principal serán los inmigrantes detenidos en la frontera tratando de ingresar de manera ilegal, los convictos de delitos graves y las personas que representan una amenaza para la seguridad nacional.
La segunda prioridad serán inmigrantes con delitos menores “significativos” y hallados culpables de al menos tres delitos menores, mientras que la prioridad más baja son las personas en proceso o con órdenes de deportación emitidas a partir del 1 de enero del 2014. Activistas, sin embargo, dicen que las autoridades deberían definir lo que quieren decir con delitos menores “significativos”.
Por otro lado, y durante una entrevista con Telemundo también realizada el martes, Obama dijo que los inmigrantes que teman acogerse a su nuevo programa de alivio migratorio deberían tomar el ejemplo de sus hijos, muchos de los cuales sí se acogieron a un plan similar hace dos años.
“Uno piensa en todos esos jóvenes que se apuntaron, entendiendo que era algo temporal, pero que proclamaron ‘somos estadounidenses; necesitamos ser vistos y escuchados y queremos hacer una contribución a esta sociedad”’, dijo Obama durante la entrevista, cuya transcripción fue emitida el martes pero cuya transmisión ocurrirá el domingo.
Muchos inmigrantes tienen temor acogerse al plan porque es válido sólo durante tres años, entre otros motivos.
En el 2012 Obama impuso un plan temporal de suspensión de las deportaciones para jóvenes inmigrantes que llegaron a Estados Unidos sin permiso legal junto con sus padres mientras eran niños. Hasta ahora, más de 600 mil jóvenes se han beneficiado del programa.
Se calcula que unos 4 millones de inmigrantes sin autorización para residir en el país podrían beneficiarse de las nuevas medidas, cuyo proceso de solicitud se abre el año que viene.
Algunos legisladores republicanos, sin embargo, han expresado su fuerte oposición. Más de una docena de estados, entre ellos Texas, han interpuesto una demanda federal en contra de las acciones ejecutivas del presidente.
Obama aseguró a los estadounidenses el martes que si se acogen a los programas no serán deportados en el futuro, aunque éstos sean temporales.
“Es cierto que una futura administración podría intentar revertir algunas de nuestras políticas”, dijo Obama en el centro comunitario en Nashville. “Pero seré franco con ustedes, creo que básicamente los estadounidenses tienen un buen corazón y querrán tratar a la gente de forma justa”.
En la entrevista con Telemundo el presidente dijo que los inmigrantes que se acojan ahora a las medidas probablemente “estarán en una mejor posición” de sacarle provecho a una posible futura reforma migratoria que abra la vía a la naturalización de inmigrantes no autorizados.