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A lo largo de casi cinco siglos, millones de fieles católicos han peregrinado hasta la Basílica de Guadalupe con alegría y profundo amor para ver a la Morenita del Tepeyac, a la Santísima Virgen de Guadalupe, en un caminar no sólo físico sino espiritual, y este año no es la excepción.
Previo al 12 de diciembre, cuando se celebra el 483 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, el camino al Tepeyac se colma de fieles peregrinos que llegan de diversas partes del país y algunos del extranjero para mostrar su veneración a la Virgen Santísima, agradecerle su cobijo y encomendarle el futuro.
Hombre y mujeres de todas las edades, con su inquebrantable fe, conforman las peregrinaciones que hoy están perfectamente organizadas bajo un manual que instauró la misma Basílica.
Hoy, todos los contingentes de fieles, deben estar registrados, y someterse a los lineamientos establecidos, porque se les atiende especialmente y se les ofrece seguridad.
A través de los años, el respeto a la fe se mantiene intacto, pero se ha ido aconsejando a los fieles, que no es necesario un sacrificio físico, como el castigarse yendo de rodillas ante la imagen de la Virgen, con su devoción y fe basta, pero aún así, hay quien llega con las rodillas destrozadas o caminando con dolorosas ampollas en los pies, luego de cuatro o cinco día de peregrinar, en mandas que ellos mismos se han impuesto.
La Delegación Gustavo A. Madero, donde se ubica el Santuario, informó que hasta el 12 de diciembre se espera la suma anual llegue alrededor de siete millones de peregrinos que arriban a pie, en autobús, en bicicleta y hasta a caballo, en contingentes a los que se les brinda gratuitamente en la Estancia del Peregrino, dormitorios, servicio de regaderas de agua caliente; área de comedor con parrillas y atención médica las 24 horas del día.
“En todo el año, se realizan peregrinaciones, pero desde dos meses antes del 12 de diciembre se incrementan, hay peregrinaciones muy grandes como la de Atlacomulco, Estado de México que llega a sumar hasta más de 90 mil peregrinos, o la de Querétaro llega hasta 150 mil, pero como ya están registradas se puede hacer una planeación en materia de atención y seguridad, porque hay que sincronizar esta devoción con la vida cotidiana de los vecinos de las colonias circundantes, son millones de personas. Miles de autobuses que hay que estacionar; se colocan cientos de baños públicos y se coordina la vialidad de los alrededores”, refiere la Delegación.
QUE ES UNA PEREGRINACIÓN
“Una peregrinación es un caminar a pie o en vehículo a un santuario o lugar sagrado que me acerca y me permite conocer obras y promesas de Dios para mi vida. Una peregrinación a la Basílica de Guadalupe es caminar al encuentro con Cristo Jesús, viviendo el tierno amor de Santa María de Guadalupe a ejemplo de San Juan Diego para vivir intensamente la fe en compañía de otros peregrinos y purificar el corazón y para lograr un cambio que mejore la vida de familia, del trabajo, de la escuela, etc.”, relata Monseñor Enrique Glennie Graue, Vicario General y Episcopal de Guadalupe, Rector de la Basílica en su Guía del Peregrino.
En el mismo escrito puntualiza que el objetivo de las peregrinaciones “es convertir nuestra vida de familia, de parroquia, de grupo apostólico, de fábrica, de oficina, de sindicato, en un testimonio de fe que instaure el Reino de Dios. Se inicia una peregrinación, confiados en que a través de Santa María de Guadalupe encontrarán el rostro misericordioso de nuestro padre Dios al llegar al Santuario del Tepeyac”, refiere.