Nueva York.-Para el presidente Barack Obama, la participación de cinco naciones árabes en los ataques aéreos significa una victoria inesperada en la política exterior estadounidense mientras el mandatario se sumerge aún más en un conflicto militar en Medio Oriente que ha tomado a regañadientes.
Estados Unidos informó de los bombardeos horas antes de que Obama llegara a Nueva York para tres días de conversaciones con líderes extranjeros en la Asamblea General anual de Naciones Unidas.
La cooperación de aliados árabes le dio a Obama un impulso significativo en sus esfuerzos por construir una coalición internacional que enfrente a los milicianos de Estado Islámico, que se mueven libremente a través de la frontera entre Irak y Siria.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Bahréin, Catar, Arabia Saudí, Jordania y Emiratos Árabes Unidos se sumaron a los ataques contra objetivos de Estado Islámico. Ello significó que Obama intensificara significativamente la participación militar estadounidense en Siria, un país que ha estado sumido en una brutal guerra civil de tres años.
“Estados Unidos está orgulloso de estar hombro a hombro con estas naciones”, dijo Obama en declaraciones desde la Casa Blanca poco antes de partir hacia Nueva York. El apoyo árabe “le demuestra al mundo que esta no es una pelea únicamente de Estados Unidos”, agregó.
El presidente planeaba reunirse en las próximas horas con los gobernantes de los países que participaron en los ataques.
Mientras asista en Nueva York a las reuniones de la ONU, Obama también deberá enfrentar otras crisis que ponen de relieve la extraordinaria gama de desafíos que exigen la atención de Estados Unidos en varios continentes. El presidente va a hablar en una reunión de alto nivel de la ONU sobre el brote de ébola en África Occidental y se reunirá con otros mandatarios para analizar el avance de Rusia en Ucrania.
Junto con la lucha contra Estado Islámico, las tres crisis han suscitado dudas sobre la eficacia de la política exterior de Obama y han afectado negativamente las opiniones de la ciudadanía estadounidense sobre su manejo de los asuntos mundiales.
Obama también tiene previsto hablar el martes en una reunión de la ONU sobre el cambio climático. También asistirá a un encuentro de la Iniciativa Global Clinton, un encuentro anual organizado por el ex presidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton. La Casa Blanca dijo que Obama hablará sobre el fortalecimiento de la sociedad civil en todo el mundo.
Pero el presidente dedicará la mayor parte de sus esfuerzos en Nueva York a consolidar la coalición que enfrentará a los milicianos del Estado Islámico. Estados Unidos ya los había atacado en Irak, pero el lunes lo hizo por primera vez en Siria.
Obama ha dicho reiteradamente que Estados Unidos no estará solo en la lucha contra el grupo Estado Islámico, pero los compromisos públicos de los aliados habían sido escasos y aislados. Antes del lunes, solo Francia se había comprometido con los ataques aéreos en Irak y Arabia Saudí había ofrecido recibir misiones de entrenamiento estadounidenses para rebeldes sirios.
Habiendo recibido el apoyo de naciones árabes, Washington busca atraer a otros socios, entre ellos Turquía, que es miembro de la OTAN.
“Los países como Turquía tienen sus propios motivos para enfrentar la amenaza del ISIL”, dijo el vocero de la Casa Blanca Josh Earnest, aludiendo al Estado Islámico por una de sus varias siglas. “La destrucción y el caos que ISIL está desatando en Irak y Siria llegan al umbral de Turquía. Y por cierto que no conviene a sus intereses que haya tanta inestabilidad y violencia cerca de su frontera”.