Washington.- El presidente Barack Obama envió al Congreso el martes un proyecto de presupuesto de 4,1 billones de dólares que incluye recursos para combatir el terrorismo, el calentamiento global y el cáncer.
Este es el octavo y último proyecto de presupuesto que el presidente envía a la rama legislativa.
La iniciativa, correspondiente al año fiscal que comienza el primero de octubre — apenas tres meses y medio antes de la fecha en que Obama abandonará la presidencia –ha sido duramente criticada por los aspirantes a la candidatura presidencial republicana. Hay escasas probabilidades de que el presupuesto sea aprobado por el Congreso, que está dominado por la oposición republicana.
En total, el presupuesto aumentaría los impuestos en 2,6 billones de dólares en la próxima década, lo que es casi el doble del aumento impositivo que Obama pidió en el presupuesto del año pasado y que no fue aprobado.
Legisladores republicanos advirtieron que la idea de poner un impuesto de 10 dólares por barril a la importación de petróleo, a fin de recaudar 319.000 millones de dólares en la década próxima, no será aprobada de manera alguna.
Según el presupuesto de Obama, ese dinero financiaría el desarrollo de sistemas de transporte alternativos a fin de reducir los efectos del calentamiento global.
“El presidente Obama abandonará el cargo sin jamás haber logrado un presupuesto equilibrado. Esto no es ni siquiera un presupuesto sino un manual de ideas progresistas para aumentar la burocracia estatal a expensas de los trabajadores estadounidenses”, dijo el presidente dela Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.
Tan sólo el impuesto a la importación de petróleo “aumentaría el costo de la gasolina en 24 centavos el galón, eliminaría empleos y perjudicaría a un sector clave de la economía. El pueblo estadounidense merece algo mejor”.
Ryan prometió que los republicanos elaborarán en breve un presupuesto que sí estará balanceado.
Aun con el aumento de impuestos, el presupuesto de Obama proyecta déficits para los años subsiguientes, hasta un total de 9,8 billones de dólares en la década entrante. Hace apenas pocos meses la cifra era de 8 billones de dólares.
Gran parte del problema radica en los programas de asistencia pública como el Seguro Social y el Medicare, que aumentarán enormemente en momentos en que las personas de la generación de la posguerra, los llamados “baby boomers”, empezarán a jubilarse.
Según el presupuesto la economía crecerá 2,6% este año, aunque sus autores aclaran que esos cálculos se hicieron en noviembre antes de la reciente caída en los mercados bursátiles. La inflación, según las proyecciones, se mantendrá baja, aumentando este año en apenas 1,5%.