Washington.- La Junta General de la AFL-CIO, la mayor central sindical de Estados Unidos, con 12.5 millones de trabajadores afiliados, votó hoy a favor de apoyar la candidatura de Hillary Clinton, la virtual nominada presidencial del Partido Demócrata.
La AFL-CIO, cuyo decisión sobre si respaldar a Clinton o a Bernie Sanders había sido objeto de un intenso debate interno en los últimos meses entre sus sindicatos afiliados, pondrá en marcha de inmediato una campaña de apoyo para elegir a Clinton y derrotar a Donald Trump.
“Estamos listos para pelear duro. Tendremos una campaña sofisticada y enfocada. Y así tiene que ser debido a las terribles consecuencias que Donald Trump representa para las familias trabajadora de Estados Unidos”, explicó el presidente de la AFl-CIO, Richard Trumka.
Aunque los sindicatos históricamente han respaldado a los demócratas en elecciones presidenciales, los dirigentes sindicales se habían reservado el apoyo a Clinton hasta que finalizara el proceso de elecciones internas.
“Hillary Clinton es una defensora del movimiento sindical. Seremos el motor para elegirla presidenta de Estados Unidos”, afirmó Trumka.
El plan de la central sindical incluye movilizar a millones de sus agremiados para confrontar “casa por casa” la virtual candidatura de Trump y educar al público sobre la amenaza que representa para los trabajadores, según dijo en una reciente entrevista su tesorera, Elizabeth Shuler.
“Estamos alarmados por el tenor de la campaña de Trump, por la verborrea que sale de su boca, estamos preocupados por sus comentarios racistas, sus declaraciones sobre las mujeres y ciertamente por el sentimiento antiinmigrante”, dijo Shuler en entrevista con Notimex.
Con los más de 12.5 millones de miembros activos y retirados, así como con 56 sindicatos afiliados a nivel nacional, la AFl-CIO contrastará las posturas de Trump en comercio y la migración con aquellas de Clinton, a fin de que los sindicalistas voten por los candidatos demócratas.
“Tenemos que asegurarnos que la gente conozca las posiciones de los candidatos en los asuntos que importan a la clase trabajadora”, explicó Shuler.
La campaña estará centrada en encuentros comunitarios donde líderes presentarán el argumento de que las políticas de Trump sobre migración y sindicalización serán lesivas a los trabajadores.
Desde la perspectiva de los sindicatos estadunidenses, Trump mantiene un historial hostil hacia los trabajadores que ha reflejado como empresario y desarrollador inmobiliario.
“Trump ha dicho en público que los salarios son muy altos, que apoya el derecho a trabajar, es decir no es amistoso con los sindicatos. Tenemos que asegurarnos que la gente vaya a las urnas y estén educados en los asuntos y estén activos en el 2016”, señaló Shuler.
Uno de los pilares de la estrategia anti-Trump de la AFL-CIO son los trabajadores latinos, cuya participación en las urnas puede ser decisiva en estados “campos de batalla” como Florida, Virginia, Colorado y Nevada.
En el ciclo electoral 2012, los sindicatos erogaron más de nueve millones de dólares en una ofensiva de apoyo a la reelección del presidente Barack Obama.