Washington.- Estados Unidos y Cuba reabrirán embajadas a partir del 20 de julio, un hito en las relaciones entre ambas naciones geográficamente vecinas pero distanciadas en lo político.
Al formular el anuncio el presidente Barack Obama calificó al evento de “paso histórico” en la relación bilateral y el comienzo de un “nuevo capítulo para nuestros vecinos en las Américas”. Adelantó que el secretario de Estado John Kerry viajará a la capital cubana para la ceremonia de apertura de la sede diplomática.
“Con este cambio podremos incrementar sustancialmente nuestros contactos con el pueblo cubano, tendremos un mayor equipo en nuestra embajada y nuestros diplomáticos podrán desplegarse más a lo largo de la isla”, dijo durante una alocución televisada en vivo desde la Casa Blanca. “Eso incluirá al gobierno cubano, a la sociedad civil y a cubanos que se acerquen en busca de una vida mejor”, agregó.
De esta manera Obama dio a entender que las negociaciones iniciadas en diciembre permitieron resolver satisfactoriamente las aspiraciones estadounidenses sobre las condiciones necesarias para el funcionamiento de su embajada, tales como garantías sobre la eliminación de restricciones para que sus diplomáticos viajen, reciban o envíen correspondencia y sobre el acceso de los ciudadanos cubanos a la misión estadounidense.
Dos de las solicitudes cubanas más importantes quedaron resueltas con la decisión de Obama de retirar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo y de conceder licencia a un banco para reanudar sus servicios a la sección de intereses de Cuba en Washington.
La cancillería cubana había dado a conocer horas antes la fecha tras recibir una carta de Obama entregada por el jefe de la Sección de Intereses de Washington en la isla, Jeffrey DeLaurentis.
La misiva “confirma la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre los dos países y abrir misiones diplomáticas permanentes en las respectivas capitales, a partir del 20 de julio de 2015”, expresó.
Por su parte, el presidente Raúl Castro también envió una carta a Obama, informó la televisión cubana que leyó la misiva del mandatario en la cual confirmó la reapertura de embajadas y exhortó a tener renovadas relaciones regidas por el derecho internacional.
También se dio a conocer una declaración del gobierno cubano en la que demandó que se levante el embargo impuesto a Cuba por Estados Unidos y se compense a la isla por los daños ocasionados por la política hostil de Washington.
Ambos gobiernos decidieron restablecer sus relaciones diplomáticas en diciembre como un primer paso hacia la normalización de las relaciones totales, que incluirían el levantamiento de las sanciones contra la isla que llevan más de cincuenta años.
Terminar con el distanciamiento con Cuba es un elemento primordial para el legado de Obama sobre política exterior. El mandatario pregonó durante mucho tiempo el valor de las relaciones bilaterales y alegó que el embargo comercial de Estados Unidos sobre la isla comunista ubicada a sólo 145 kilómetros (90 millas) de Florida no era efectivo.
Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961 después de la revolución liderada por Fidel Castro y pasó décadas tratando de derrocar al gobierno de la nación caribeña o aislarlo, incluso mediante el recrudecimiento del embargo impuesto inicialmente por el presidente Dwight D. Eisenhower.