La advertencia, vigente hasta el 24 de febrero, menciona informes de que milicianos de los grupos extremistas Estado Islámico, Al Qaeda, Boko Haram y otros están planificando ataques en varias regiones. Las autoridades estadounidenses sostienen que la amenaza perdura a medida que combatientes del Estado Islámico regresan de Siria e Irak, y que otros individuos no afiliados con grupos particulares cometen actos terroristas por su cuenta.

En meses recientes han acaecido ataques terroristas contra estadios deportivos, teatros, mercados abiertos e instalaciones de aviación. En lo que va de año han ocurrido ataques en Francia, Nigeria, Dinamarca, Líbano, Turquía y Mali. El Estado Islámico se ha atribuido el derribamiento de un avión ruso sobre la península del Sinaí el 31 de octubre en que murieron 224 personas.

“Los ciudadanos estadounidenses deben ejercer extrema cautela en lugares públicos o en medios de transporte”, dice la advertencia emitida el lunes.

Agrega que “se debe estar consciente del entorno personal y se deben evitar las grandes concentraciones de personas. Se debe ejercer particular cautela durante la temporada festiva, y en eventos relacionados con los feriados”.

El Departamento de Estado dijo que Washington está intercambiando información con sus aliados sobre cualquier amenaza de grupos terroristas.

La advertencia fue emitida el mismo día en que el primer ministro de Bélgica anunció que Bruselas mantendrá su máximo nivel de alerta por al menos una semana más. Las medidas de seguridad en la región se incrementaron tras los ataques del 13 de noviembre en París, que dejaron 130 muertos y centenares de heridos, y han aislado prácticamente la capital belga.