Nueva York.- Los precandidatos presidenciales demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders protagonizaron el jueves el debate más intenso hasta la fecha, en vísperas de las cruciales elecciones primarias del estado de Nueva York el martes próximo.
Los candidatos atacaron sus posiciones con un vigor nunca visto en los ocho debates anteriores, marcados por la civilidad y la cortesía. En esta ocasión, el moderador tuvo que intervenir en uno de los intercambios para pedirles que si gritaban el uno sobre el otro, el público no los podría entender.
Ambos contendientes emplearon los ataques ya conocidos por la opinión pública estadunidense, además de que discutieron varios minutos el conflicto en Medio Oriente y si Israel había usado fuerza desproporcionada en su invasión a la Franja de Gaza en 2014.
Aún los simpatizantes de cada aspirante se escucharon más activos que en los debates previos, tanto que Sanders y Clinton debieron hacer pausas recurrentes por aplausos o abucheos.
Sanders afirmó que aunque considera que Clinton está calificada para ser presidenta, cuestiona su juicio: “Cuestiono el juicio que votó por la guerra en Irak, que fue el peor error de política internacional en la historia de este país”.
“Y cuestiono su juicio acerca de administrar un super PAC (fondo que recibe aportaciones millonarias de intereses privados, sin necesidad de transparentarlos) que recolecta millones de dólares de intereses especiales, incluyendo 15 millones de dólares de Wall Street”, dijo.
Sanders también criticó a Clinton por recibir la máxima cantidad permitida de las empresas petroleras, y que como secretaria de Estado promovió la técnica conocida como “fracking” para extraer gas natural, lo que ha sido criticado por ambientalistas.
El senador fustigó igualmente el apoyo de Clinton para derrocar a Muamar Gadafi en Libia, en un incidente que el mismo presidente Barack Obama calificó ya como el peor error de su presidencia.
Sanders expresó que Israel empleó una fuerza “desproporcionada” en la invasión a Gaza, que causó miles de muertes de civiles en 2014.
La exsecretaria en cambio se limitó a decir que trabajaría para lograr la paz en el Medio Oriente, y que Israel tenía derecho a defenderse de los ataques terroristas.
Clinton lamentó además que Sanders se opusiera a la propuesta de que las familias de las víctimas de la violencia armada en Estados Unidos pudieran demandar a los fabricantes de armas.
Insinuó además que Sanders fue apoyado directamente por la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en su campaña para ingresar al Senado en 1990, debido a que este organismo transmitió anuncios contra el rival del senador.
Clinton recordó además que aunque el principal tema de Sanders era dividir a los grandes bancos de Wall Street a fin de evitar otro colapso financiero, el senador evitaba mencionar sus planes específicos para hacerlo una vez llegara a la presidencia.
De ganar la nominación del partido “no sólo haremos promesas que no podremos mantener, sino que entregaremos resultados para el pueblo de Nueva York, y para el pueblo de Estados Unidos”, enfatizó Clinton.
Las elecciones de Nueva York, el próximo 19 de abril, ofrecen 249 delegados a los candidatos demócratas, uno de los mayores premios en la carrera por la nominación. Las encuestas apuntan que Clinton tiene un ventaja de dos dígitos frente a Sanders en Nueva York.