Milwaukee, Wisconsin.- Hillary Clinton y Bernie Sanders estuvieron de acuerdo en todo. Salvo en los temas que los separan.
Los dos aspirantes a convertirse en el candidato del Partido Demócrata en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos pasaron buena parte del sexto debate demócrata, celebrado el jueves, enzarzados en una respetuosa discusión sobre las mínimas diferencias que los separan en temas como inmigración, reforma de la justicia penal y derechos.
Pero los dos se animaron cuando la conversación se centró en una de las cuestiones fundamentales que enfrenta el partido: ¿Ha ido el presidente Barack Obama lo suficientemente lejos en sus políticas, y si no es así, a donde debería llegar el próximo presidente?
Clinton, que se presenta como la heredera legítima del legado de Obama, acusó a Sanders de infravalorar el expediente del presidente, mermando su liderazgo y buscando eliminar su firma de la ley de atención sanitaria.
Sanders respondió señalando que Clinton era la única sobre el escenario que se enfrentó a Obama en las primarias de 2008.