Miami.- La precandidata demócrata Hillary Rodham Clinton reclamó el viernes al Congreso dominado por el Partido Republicano que ponga fin al embargo comercial impuesto a Cuba desde 1962.
La favorita para obtener la candidatura demócrata dijo que una relación económica abierta sería más útil para llevar la “dignidad y la democracia” a la isla que el aislacionismo intransigente que caracterizó a cinco décadas de gobiernos de ambos partidos, incluidos los dos períodos de su esposo.
El presidente Barack Obama ha normalizado las relaciones diplomáticas con Cuba y también ha pedido al Congreso que levante el embargo.
Clinton reconoció que anteriormente apoyaba las sanciones a Cuba, pero dijo ante un auditorio de estudiantes, profesores y otras personas en la Universidad Internacional de Florida que sus posiciones cambiaron durante sus cuatro años como secretaria de Estado de Obama. En ese período también se han flexibilizado las posiciones del millón y pico de estadounidenses de origen cubano que tienen gran peso electoral en Florida.
Clinton acusó a los candidatos republicanos —sin nombrarlos— de contemplar a Cuba y Latinoamérica “a través del prisma de la Guerra Fría”.
“Entienden las cosas al revés: las relaciones no son un regalo a los Castro, son una amenaza para los Castro”, dijo Clinton. “Una embajada estadounidense en La Habana no es una concesión, es un faro. Levantar el embargo no es un revés para la libertad, es un avance para la libertad”.
Dijo que la posición republicana sobre el embargo se enmarca en sus errores en materia de relaciones exteriores.
No mencionó por su nombre al senador por Florida Marco Rubio ni al ex gobernador local Jeb Bush, ambos precandidatos republicanos y fuertes críticos de la decisión de Obama de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba.
Pero destacó que “no podemos permitir que ideas y candidatos partidistas aislados de la realidad y de los tiempos eliminen todos los progresos realizados”.
Bush, quien previamente compartió escenario con Clinton en una conferencia de la Liga Nacional Urbana en la vecina Fort Lauderdale, dijo que era “un insulto para muchos residentes de Miami que Hillary Clinton venga aquí a apoyar un retroceso en la lucha por la democracia en Cuba”.
Por su parte, Rubio se anticipó a Clinton mediante un comunicado antes del discurso. “El presidente Obama y la secretaria Clinton deben aprender que el apaciguamiento envalentona a los dictadores y los gobiernos represivos y debilita el prestigio global de Estados Unidos en el siglo XXI”, afirmó.