Lower Lake, California.- Varios incendios ardían el lunes en estados del muy seco occidente de Estados Unidos, quemando cientos de hectáreas y forzando a la gente a salir de sus hogares. California se llevó la peor parte, con un nuevo incendio a apenas unas millas de otro que arrasó con decenas de hogares.
Mientras los bomberos parecían frenar un incendio destructivo en una zona rural del norte de California, otro incendio comenzó en las cercanías y rápidamente se extendía el lunes.
El Departamento de Bosques y Protección contra Incendios dijo que ordenaron evacuaciones a los residentes por el nuevo incendio, que comenzó el domingo antes de duplicar su tamaño durante la noche.
Mientras tanto, los bomberos casi rodearon el incendio más grande que inició hace dos semanas y que ha consumido casi 280 kilómetros cuadrados (109 millas cuadradas) de vegetación. Ese incendio ya está contenido en un 85% después de destruir 43 hogares y 53 edificios anexos.
Un bombero del Servicio Forestal de Estados Unidos murió en el área del lago Tahoe al golpearlo un árbol mientras luchaba contra un incendio. Michael Hallenbeck de 21 años de Shingle Springs, California, murió el sábado durante el combate inicial contra un incendio en el sur de las montañas Echo Summit.
El 30 de julio, un bombero murió a causa de un fuego en el bosque nacional Modoc. David Ruhl, bombero del Servicio Forestal de Estados Unidos de Rapid City, Dakota del Sur, estaba desde junio en California.
Mientras tanto, en el noroeste de Arizona, las autoridades pidieron a los habitantes de unas mil viviendas que las evacuen antes de la llegada de un incendio que ha quemado 25 kilómetros cuadrados (10 millas cuadradas).
En el estado de Washington, en la esquina noroeste del país, los cielos nublados y la humedad elevada han ayudado a los bomberos a cercar un incendio en el condado de Lewis.
En Montana, un incendio que comenzó hace casi tres semanas cerca del lago St. Mary en el Parque Nacional Glacier se ha contenido en un 67%.
En Oahu, Hawái, los bomberos trabajaban para controlar un fuego que se ha extendido casi cinco kilómetros cuadrados (dos millas cuadradas) y ordenaron evacuaciones.