Washington.- La Cámara de Representantes de mayoría republicana votará esta semana para registrar su desaprobación a la decisión del presidente Barack Obama de modificar las normas migratorias por orden ejecutiva.
El anuncio lo formuló hoy el presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, en una reunión a puertas cerradas con legisladores republicanos, buscando brindar una válvula de escape a los conservadores indignados aunque sin amenazar paralizar el gobierno.
La medida sería mayormente simbólica, puesto que Obama casi seguramente vetaría ese proyecto, que tampoco sería apoyado por el Senado. Pero los dirigentes republicanos confían en que tranquilice a sus correligionarios enfurecidos por las acciones del presidente para proteger a unos cuatro millones de inmigrantes que viven en el país sin autorización evitando que sean deportados y brindándoles permiso de trabajo.
“Estamos estudiando varias opciones para ver cómo enfocarlo. Esta es una seria violación de nuestra Constitución”, dijo Boehner a la prensa. “Es una seria amenaza a nuestro sistema de gobierno, y francamente tenemos opciones limitadas y una capacidad limitada para lidiar con esto directamente”.
Públicamente, Boehner dijo a la prensa que los republicanos consideraban varias opciones y que todavía no habían tomado ninguna decisión, pero sus asistentes y otros legisladores dijeron que aquel indicó en una reunión a puertas cerradas que la votación se llevaría a cabo esta semana. Sería sobre un proyecto de ley del representante Ted Yoho destinado a impedir que Obama tome medidas unilaterales para permitir que los inmigrantes sin autorización vivan y trabajen en el país.
Poco después se debería votar sobre el presupuesto nacional para mantener el gobierno en funcionamiento. En momentos en que están por tomar control total del Congreso, los líderes republicanos quieren demostrar que pueden gobernar responsablemente sin arriesgar una paralización del gobierno. Pero las medidas de Obama sobre inmigración y la furia de los republicanos han causado complicaciones.
Boehner hizo el anuncio mientras el Congreso volvía a reunirse tras un receso de una semana.
Mientras tanto el secretario de seguridad nacional Jeh Johnson justificó los planes inmigratorios deObama ante un comité de la Cámara de Representantes donde los republicanos se turnaron para denunciarlos como resultado de una acción inconstitucional.
“Las acciones unilaterales del presidente de pasar por alto el Congreso socavan la Constitución y amenazan nuestra democracia”, afirmó el representante republicano Michael McCaul, titular del Comité de Seguridad Nacional. “Anticipamos una ola de inmigración ilegal debido a las acciones del presidente”.
Johnson desestimó ese argumento por considerar que el presidente actuó amparado por las prerrogativas de su autoridad ejecutiva de aplazar temporalmente la deportación de algunos inmigrantes cuya remoción no es prioritaria de todos modos. Las acciones de Obama se aplican principalmente a los inmigrantes que han estado en el país por lo menos durante cinco años y que tienen hijos que son ciudadanos o residentes legales.
“Estoy totalmente convencido de que tenemos la autoridad legal para promover estas reformas”, dijo Johnson. “Los aplazamientos corresponden a una autoridad inherente del poder ejecutivo que puede y debe usarse de tiempo en tiempo, y así lo hemos hecho en este caso”.