Nueva York.- Desde los atentados terroristas de 2001, los ataques llevados a cabo en Estados Unidos por individuos ligados a ideologías de la supremacía blanca o anti-gobierno han matado a casi el doble de personas que los perpetrados por yihadistas.
Pese a que la cobertura de los medios de comunicación sugiere que la mayor amenaza para los estadunidenses es el extremismo musulmán, un conteo publicado este miércoles por el organismo New America apuntó a que el mayor peligro lo suponen los supremacistas blancos.
Mientras que 48 personas han muerto en Estados Unidos desde septiembre de 2011 a manos de supremacistas blancos o con ideología contraria al gobierno, 26 personas han perdido la vida a causa de yihadistas o de individuos identificados con alguna causa extremista ligada al Islam.
En total, los yihadistas han llevado a cabo siete ataques con consecuencias fatales en Estados Unidos, en tanto que supremacistas blancos han perpetrado 18 agresiones mortales.
El más claro ejemplo de esta amenaza es el ataque de la semana pasada en una iglesia de la comunidad de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, en que nueve afroamericanos perdieron la vida a manos de Dylann Roof, un joven que declaró su intención de desatar “una guerra racial”.
Entre los casos más siniestros de ataques de supremacistas destaca el llevado a cabo en 2012 contra un templo de la comunidad sij del estado de Wisconsin, donde seis personas perdieron la vida; o la agresión de 2014 en Las Vegas, donde tres personas fueron muertas por una pareja neo-nazi.
John Horgan, académico dedicado al estudio del terrorismo de la Universidad de Massachusetts, declaró al diario The New York Times que “existe la aceptación” de que la amenaza yihadista ha sido exagerada mientras que la de los movimientos de ultra derecha y anti-gobierno ha sido subestimada.
Para las policías estadunidenses, la amenaza es clara. Según una encuesta referida en la nota del diario, 74 por ciento de los departamentos de policía considera a los movimiento antigobierno entre sus tres mayores amenazas, en tanto que sólo 39 por ciento mencionó en esta lista a los yihadistas.