Mount Pleasant, South Carolina.- Donald Trump rechazó el martes las críticas a su llamado a prohibir la entrada al país a todos los musulmanes, y negó ser igual a Adolfo Hitler, aun cuando la propuesta fue condenada por sus rivales en la puja por la candidatura presidencial republicana, los dirigentes de su partido y otros por considerarla antiestadounidense.
El precandidato republicano a la Casa Blanca aseguró que su plan de “una prohibición total y completa de ingreso de musulmanes” al país “no es nada distinto” a la política del presidente Franklin Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial de confinar a estadounidenses de ascendencia japonesa en campamentos cerrados.
“Este es un presidente que era muy respetado por todos”, afirmó el martes. “Si ven lo que estaba haciendo, era mucho peor”.
La prohibición, añadió Trump, se justifica porque Estados Unidos está en guerra con los extremistas islámicos que han lanzado diversos ataques, entre ellos el de la semana pasada en San Bernardino, California, en que 14 personas murieron.
“Estamos ahora en guerra y tenemos un presidente que se niega a admitirlo”, afirmó Trump. La propuesta ha sido ampliamente repudiada por figuras políticas, en algunos casos del exterior.
El primer ministro británico David Cameron la censuró por “divisiva, inútil y sencillamente equivocada”. Los musulmanes en Estados Unidos y el exterior la denunciaron por inconstitucional y ofensiva.
La portada del Philadelphia Daily News muestra a Trump elevando la mano en un saludo estilo nazi con el titular “El nuevo furor”. En entrevistas televisivas matutinas por ABC y CNN el martes, le pidieron que comentara la comparación que se le hacía con Hitler.
El candidato no se echó atrás y dijo que al impedir la entrada de todos los musulmanes “hasta que los representantes de nuestro país determinen qué demonios sucede” se justifica después de los ataques de extremistas musulmanes en París y el ataque de la semana pasada en San Bernardino, California, que dejó 14 muertes.
La propuesta de Trump se aplicaría tanto a inmigrantes como visitantes, una prohibición generalizada para todos los adherentes de una religión practicada por más de mil millones de personas en el mundo.
Trump anunció su plan ante vivas y aplausos en un acto en Carolina del Sur el lunes por la noche. “Hasta que podamos determinar y comprender este problema y el peligro que plantea, nuestro país no puede ser víctima de ataques horrendos de gente que cree solamente en la yihad y no tiene sentido de la razón ni respeto por la vida humana”, afirmó en una declaración escrita.
En el acto advirtió que sin una acción drástica “va a empeorar cada vez más, vamos a tener más Wolrd Trade Centers”.
Rod Weader, un agente inmobiliario de 68 años de North Charleston que asistió al acto proselitista dijo que coincidía con el plan de Trump “un 150 por ciento”.
Desde los ataques del 13 de noviembre en París que dejaron 130 muertos y centenares de heridos, varios aspirantes a la candidatura presidencial republicana han propuesto restricciones a los refugiados sirios y una mayor vigilancia en Estados Unidos. Varios sugirieron dar preferencia a los cristianos que buscan asilo.
Pero la propuesta prohibición de Trump va más allá, y sus rivales republicanos se apresuraron a rechazarla.
Su plan también provocó críticas de los presidentes del Partido Republicano en Iowa, New Hampshire y South Carolina, los tres primeros estados donde se vota en las elecciones presidenciales primarias del año próximo.