Wimberley, Texas.- Los rescatistas se aprestaban a reanudar la búsqueda de 12 miembros de dos familias que desaparecieron cuando un río crecido en el centro de Texas arrancó a una casa de sus cimientos y la estrelló contra un puente río abajo, dijeron las autoridades.
Trey Hatt, vocero del centro de operaciones del condado de Hays, dijo el lunes por la noche que el “componente de búsqueda” de las tareas había concluido, lo cual significaba que no se esperaba encontrar sobrevivientes entre los escombros que dejó el desborde del río Blanco. Pero las tareas se reanudaban el martes tras un fin de semana largo de fuertes tormentas que produjeron cuatro muertes confirmadas en Texas.
Las autoridades también buscaban víctimas y evaluaban los daños en la población fronteriza de Ciudad Acuña, México, donde un tornado mató a 13 personas el lunes y dejó al menos cinco desaparecidos.
Rescatistas buscaron entre los escombros de casas dañadas en una carrera para encontrar víctimas. El tornado sacudió una extensión de siete manzanas, que Zamora describió como “devastadas”.
El alcalde Evaristo Pérez Rivera dijo que 300 personas estaban siendo atendidas en hospitales locales, y que más de 200 casas fueron destruidas por completo.
“No hay nada de pie, ni paredes, ni techos”, dijo Edgar González, un vocero del gobierno de la ciudad, describiendo algunas de las casas destruidas en un área de tres kilómetros cuadrados (una milla cuadrada).
Al mediodía, se había se había confirmado la muerte de 13 personas: 10 adultos y tres menores. Al menos había cinco personas desaparecidas.
González dijo tarde por la noche del lunes que rescatistas estaban buscando a cuatro miembros de una familia que se cree están desaparecidos, y agregó que aún había zonas de escombros en las que no se había realizado búsqueda.
Familiares y vecinos se reunieron alrededor de una camioneta donde estaban los cadáveres de una mujer y dos niños, cubiertos con sábanas. Dos familiares se acercaron a tocar los cuerpos, cubrieron sus ojos y lloraron.
Fotografías del lugar de la tragedia mostraban autos con los techos desgarrados, volcados sobre techos de casas de un piso. Un autobús fue lanzado por el aire y quedó abollado sobre una carretera.
El tornado golpeó poco después del amanecer, alrededor de la hora en que los autobuses se preparaban para llevar niños a la escuela, dijo Zamora.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, dijo que planeaba viajar a Ciudad Acuña más tarde durante el día con funcionarios de agencias del gobierno federal.
En Estados Unidos, una línea de tormentas que se extendieron del golfo de México a los Grandes Lagos arrojaron una lluvia récord en partes de las planicies y centro del país, originando tornados y ocasionando inundaciones que obligaron al menos a 2.000 texanos a abandonar sus viviendas.
Testigos reportaron haber visto al crecido río Blanco arrancando la casa vacacional de sus cimientos y destrozándola contra un puente. Sólo se ha encontrado partes de la casa, según el juez Bert Cobb, del Condado Hays.
Una persona que fue rescatada de la casa dijo a trabajadores que las otras 12 personas que estaban en la casa pertenecían a dos familias, señaló Cobb.
La casa estaba en Wimberley Valley, un área conocida por sus posadas con desayuno incluido y casas de campo para renta de fin de semana.
A las tormentas se atribuyó al menos seis muertes el sábado y domingo en Estados Unidos, con tres en Oklahoma y tres en Texas.