Dilley, Texas.- El gobierno del presidente Barack Obama anunció el lunes que un antiguo campamento de trabajadores petroleros ubicado en el sur de Texas será transformado en el centro de detención para familias inmigrantes más grande de Estados Unidos, mientras las autoridades se preparan para otra posible oleada de madres y niños que cruzan ilegalmente la frontera desde México.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, visitó el complejo de 20 hectáreas (50 acres) que incluye 80 cabañas color canela de dos habitaciones y un baño conectadas mediante caminos de tierra y césped de reciente colocación en la localidad de Dilley, a unos 112 kilómetros (70 millas) al suroeste de San Antonio.
Los primeros 30 inmigrantes comenzarán a llegar en las próximas semanas y las cabañas alojarán eventualmente a 480 personas. El cupo se ampliará en mayo más o menos a 2,400 inmigrantes con la construcción de más casas en los alrededores.
Los defensores de las familias inmigrantes afirman que éstas a menudo huyen de la violencia del narcotráfico o de las pandillas en América Central y deberían ser dejadas en libertad y entregadas a los parientes que tengan en Estados Unidos en lugar de encerrarlas en un centro de detención.
La detención de una familia tiene un costo diario de $296 dólares, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), casi el doble de un adulto retenido, según cálculos del grupo defensor National Inmmigration Forum (Foro Nacional de Inmigración).
Las mujeres y los niños serán mantenidos en el centro de Dilley hasta su deportación, libertad bajo fianza o inicio de un procedimiento judicial mediante el cual se les permita permanecer en Estados Unidos.
El ICE dijo que 70% de las familias de inmigrantes dejadas en libertad en Estados Unidos jamás se presentaron a las citas de seguimiento, razón en parte del por qué se decidió aumentar la capacidad de detención.
Las cabañas en Dilly incluyen literas y cunas tipo jaula, estas últimas hasta con cupo para ocho niños, una pantalla plana de televisión y una cocina, aunque está prohibida la preparación de alimentos para impedir incendios. La cafetería está abierta 12 horas al día y hay bocadillos disponibles las 24 horas.
El lugar cuenta con atención médica, asesores, salones de clases rodantes, bibliotecas, acceso a correo electrónico, una cancha de baloncesto y parques infantiles, todo esto para mostrar la parte amable de la detención migratoria.
Sin embargo, Johnson subrayó que a pesar del reciente anuncio que hizo el presidente Barack Obama sobre las medidas ejecutivas a favor de los inmigrantes, la deportación es prioritaria para quien haya cruzado este año sin permiso hacia Estados Unidos.
“Debe quedar claro que nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal”, apuntó.