Washington.- El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton tienen ante sí la posibilidad de alejarse de sus rivales en el Supermartes, un día de elecciones primarias en al menos una decena de estados del país, con numerosos delegados en juego, que podría acelerar su marcha hacia la nominación presidencial.
Los votantes en más de una decena de estados, de Vermont a Colorado, pasando por Alaska, la Samoa Estadounidense y varios del centro del país, se dirigen a los centros de votación y a las asambleas electorales en el día de más actividad de las primarias de 2016.
Las votaciones llegan en un momento turbulento para los republicanos, que se enfrentan a la posibilidad de que Trump pueda convertirse en el nominado del partido. Sus rivales Marco Rubio y Ted Cruz están inmersos en un esfuerzo frenético para detener al multimillonario — con Rubio, en especial, ejerciendo presión con ataques sorprendentemente personales — pero no está claro todavía si han reaccionado demasiado tarde.
Pero Trump dijo el martes que Rubio debería abandonar la contienda electoral si no gana un estado en el Supermartes. En Fox News, Trump dijo: “Tiene que irse, no ha ganado nada”.
Al igual que Trump, Clinton ha ganado tres de cuatro elecciones primarias. La victoria de la ex primera dama en South Carolina el sábado se debió al extraordinario apoyo de los electores de raza negra, y la dejó en una fuerte posición en los estados del sur con grandes electorados afroamericanos que votan este martes.
Clinton enfoca cada vez más su atención a Trump, mostrándose como una alternativa civilizada ante los insultos y acoso que han consumido la contienda republicana.
“Lo que no debemos permitir es la búsqueda de chivos expiatorios, los mensajes amenazantes, el dedo señalador que avanza en el bando republicano”, afirmó la precandidata ante electores en Springfield, Massachusetts. “Realmente socava el tejido de nuestra nación. Así que quiero hacer todo lo que pueda en esta campaña para enfilarnos en un curso diferente”.
Sanders, quien ha atraído a los jóvenes votantes con su llamado a una revolución política, buscaba la forma de mantenerse cerca a Clinton en el sur y recolectar victorias en estados como Minnesota y su estado natal Vermont. Al mismo tiempo, enfrenta cuestionamientos sobre si puede atraer a las minorías que son clave para los votantes demócratas.
Tras votar el martes en su ciudad natal Burlington, Vermont, Sanders dijo a la prensa que si hay buena concurrencia “a todos nos irá bien. Si no, probablemente batallaremos”.
El martes, los demócratas votarán en 11 estados y la Samoa Estadounidense; hay 865 delegados en juego. Los republicanos votan en 11 estados y tienen 595 delegados.
Trump busca barrer en el sur, lo cual sería un serio golpe para Cruz, senador por Texas. El objetivo de Rubio es más modesto: busca mantenerse en la competencia en el conteo de delegados y espera ganar en su estado natal Florida el 15 de marzo.
El senador de Florida se ha promocionado como la mejor posibilidad de los republicanos para enfrentarse a la elección general y ha recibido varios apoyos de funcionarios de su partido luego de que candidatos más establecidos dejaran la carrera. Pero hasta ahora no ha logrado ganar un estado, lo que pone en duda su estrategia para superar a Trump.
Los republicanos pasaron meses sin retar a Trump, al asumir erróneamente que decaería su atractivo populista entre los votantes. Ahora los líderes del partido están divididos entre aquellos que respaldan a Trump si gana la nominación, y quienes dicen que nunca lo apoyarían.
Una encuesta nacional de The Associated Press entre senadores y gobernadores republicanos mostró que menos de la mitad no se comprometería a respaldar a Trump de quedar como candidato. Esto pronostica una potencial división en el partido para cuando sea la votación presidencial.
El líder de la Cámara de Representantes Paul Ryan, a pesar de haber dicho el martes que intenta mantenerse alejado de los “altibajos del día a día de las primarias”, se tomó el tiempo en el día más activo en el año electoral, para decir que quien desee ser el candidato presidencial republicano debe rechazar a cualquier grupo o individuo racista.
Hoy ambos partidos realizan elecciones en: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia. Además, los republicanos votan en Alaska, y los demócratas en Colorado, en la Samoa Estadounidense y los que están en el extranjero.