Washington.- Bernie Sanders ganó tres contiendas internas en el oeste del país el sábado, lo que le da a su campaña ánimo psicológico pero hace poco para acercarlo a la nominación presidencial demócrata.
Aunque las victorias de Sanders en Washington, Alaska y Hawaii apenas hicieron mella en la abrumadora ventaja que tiene Hillary Clinton en el conteo de delegados, también dejan al descubierto las debilidades de Clinton a lo interno del partido, particularmente entre los más jóvenes y activistas que se han visto energizados con la retórica liberal de Sanders.
En una entrevista, Sanders calificó las victorias del sábado como parte de una contraofensiva, asegurando que el conteo de delegados se hará más parejo a medida que celebren primarias los estados más liberales del noreste, inclusive Nueva York, donde Clinton ahora reside.
Comentó también que su campaña ha estado pidiendo apoyo entre los superdelegados, los jerarcas del Partido Demócrata que son libres para preferir a uno u otro, y que en su abrumadora mayoría, por ahora, favorecen a Clinton.
“El sur del país es una región sumamente conservadora”, comentó Sanders. “Ahora que las contiendas internas se van a celebrar en zonas más progresistas, esperamos tener un desempeño mucho mejor”.
Agregó: “Tenemos una vía hacia la victoria”. Sin embargo, será una vía sumamente difícil, pues Clinton tiene una clara ventaja.
Clinton ya había anticipado su derrota: no hizo mucha campaña en esos estados, y apenas pasó un día en el estado de Washington. El fin de semana de Pascua lo pasó con su familia.
Clinton dirige la mirada ahora a la competencia del 19 de abril en Nueva York, con la esperanza de ganarse delegados y evitar el desaire de perder ante Sanders en el estado al que representó como senadora. Tratará de afianzar aun más su ventaja de delegados en cinco estados del noreste la semana posterior, con la esperanza de tener una victoria tan amplia que unirá al Partido Demócrata y dejará a Sanders relegado a poco más que un candidato de protesta.
Sanders, que ha tenido algunas victorias en las zonas industriales del centro-occidente, intenta aprovecharse del apoyo que tiene entre la clase de trabajadora y de su retórica antilibre comercio para conseguir una victoria en Wisconsin el 5 de abril. Desea además dar la pelea en Nueva York y quiere que el partido organice un debate en ese estado, afirmando que de lo contrario sería una situación “realmente absurda”.
Luego de las victorias de Sanders en Washington y Alaska el sábado, Clinton cuenta con una ventaja de 1.234 delegados contra 956 de Sanders, según un análisis de la AP. La brecha se abre a 1.703 contra 985 si se incluyen a los superdelegados. Se necesitan 2.383 delegados para tener la candidatura.