Washington.- La salida de Ben Carson de la contienda por la nominación presidencial republicana significa que habrá más tiempo el jueves por la noche para que Ted Cruz, Marco Rubio y John Kasich intenten hacer tropezar a Donald Trump de cara a las primarias del 15 de marzo, donde probablemente tendrán la última oportunidad de frenar su avance hasta ahora incontenible hacia la candidatura.
El debate en Detroit, el 11mo de los 13 previstos, será transmitido desde las 9 de la noche hora del este por el canal de noticias Fox.
Lo quieran o no, Trump ha enseñado a los líderes republicanos lo que significa un asalto al poder, y lo ha logrado al ganar a grandes sectores de la base del partido lejos de Washington. Ahora, Trump habla de unificar el partido y es previsible que se le pregunte cómo piensa gobernar.
Rubio, el senador por Florida que insistía en abstenerse de las riñas, ha acabado por adoptar el estilo de Trump y lanzar burlas e insultos dignos de un patio escolar. En actos la semana pasada, hizo bromas groseras sobre el bronceado de Trump, el tamaño de sus manos y hasta insinuó que se habría orinado en los pantalones.
Cruz ya no puede decir que es el único republicano capaz de ganarle a Trump. Pero el Supermartes (cuando hubo elecciones primarias en una decena de estados) ganó en tres —Alaska, Oklahoma y Texas— y las matemáticas indican que puede ganarle. Por eso habrá de mostrarse más confiado que hasta el momento.
El sitio del debate parece el más adecuado para Kasich, el gobernador de Ohio, que aspira a un buen resultado en el vecino estado de Michigan el 8 de marzo.
Trump no ha dicho nada acerca de que el debate será transmitido por Fox y que entre los moderadores estará su otrora némesis Megyn Kelly. Es un cambio notable desde que el empresario boicoteó el debate de Fox antes de Iowa, donde comenzaron las primarias, porque el canal se negó a retirar a Kelly. Posteriormente dijo que era una de las razones por las que perdió ante Cruz en ese estado.