Lexington, Kentucky.- Es improbable que los senadores republicanos confirmen un embajador estadounidense en Cuba, dijo el jueves el líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell, dando un rápido rechazo al presidente Barack Obama y su intento por normalizar las relaciones con el vecino de Estados Unidos y su viejo enemigo de la Guerra Fría.
El senador por Kentucky también indicó que el Partido Republicano —que controla el Congreso— combatiría los esfuerzos del gobierno de Obama para levantar por completo las restricciones que han limitado el comercio y el turismo estadounidense con la isla de gobierno comunista. McConnell dijo que el país fue gobernado por “un régimen desalmado”.
Las declaraciones de McConnell llegan un día después de que Obama y el presidente cubano Raúl Castro anunciaran que las dos naciones reabrirán sus respectivas embajadas en La Habana y Washington el 20 de julio como parte de un plan para restaurar las relaciones diplomáticas rotas en 1961, año en que nació Obama.
Las palabras de McConnell subrayan que pese a que los intereses comerciales y agrícolas de Estados Unidos y algunos legisladores republicanos abogan por aliviar las restricciones comerciales, los líderes del Partido Republicano siguen simpatizando con posturas anticastristas y más conservadoras. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, republicano por Ohio, y varios aspirantes a la candidatura republicana para las elecciones presidenciales de 2016, criticaron las medidas de Obama poco después de que fueran anunciadas el miércoles.
“Uno pensaría que la normalización de las relaciones con Cuba vendría acompañada de algunas modificaciones de su comportamiento”, manifestó McConnell el jueves en un discurso pronunciado en Commerce Lexington, la cámara de comercio de Lexington, Kentucky. Agregó que, en vez de eso, llamó al país “un Estado policial” y “un refugio de criminales” buscados por la justicia de Estados Unidos.
“No veo evidencia alguna de que vayan a cambiar su conducta. Así que dudo que confirmemos un embajador, probablemente no necesiten uno”, señaló McConnell. “El levantamiento de algunas de las restricciones hacia Cuba requerirían legislación, y nos vamos a oponer a eso”.
Si bien Obama todavía no ha nominado a un embajador para Cuba, se prevé que el actual diplomático estadounidense en la isla, Jeffrey DeLaurentis, sea considerado para asumir el cargo.
Obama, quien calificó el momento como “una elección entre el futuro y el pasado”, reveló el miércoles los pasos más recientes en unas trepidantes mejoras de medio año en las relaciones entre dos países a los que separan 144,83 kilómetros (90 millas) pero que han pasado casi seis décadas separados por años luz diplomática y económicamente.