Washington.- Con el argumento de que el público pide una protección más estricta, los republicanos preparan una propuesta legislativa en la Cámara de Representantes que plantearía nuevas cercas para refugiados sirios e iraquíes que intenten entrar en Estados Unidos. El presidente, Barack Obama, prometió vetar el proyecto.
Aunque muchos demócratas se burlaron de la propuesta al tacharla de gesto grandilocuente de temporada electoral, la presión política hacía que otros apoyaran la medida o pidieran cambios en otros procedimientos de entrada.
“Somos una nación compasiva. Siempre lo hemos sido y siempre lo seremos”, dijo el presidente de la cámara, Paul Ryan, republicano por Wisconsin. “Pero también debemos recordar que nuestra máxima prioridad es proteger al pueblo estadounidense”.
Los republicanos llevaban su texto el jueves a la Cámara de Representantes, menos de una semana después de que 129 personas murieran en París en una serie de tiroteos y explosiones con centenares de heridos y que reavivó los temores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y otros países. El grupo Estado Islámico ha reclamado la autoría de las masacres.
La propuesta requeriría que el FBI realice comprobaciones sobre el pasado de refugiados sirios e iraquíes- Obligaría a los responsables del FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, así como al director de espionaje interno, certificar al Congreso que cada refugiado “no es una amenaza para la seguridad de Estados Unidos”.
Los republicanos han dicho que la norma no contiene pruebas sobre religión para los refugiados, a diferencia de lo que han dicho dos aspirantes a la candidatura republicana a la presidencia, el ex gobernador de Florida Jeb Bush y el senador de Texas Ted Cruz. Ambos sugirieron dar preferencia a los cristianos. Los demócratas creen que en la práctica, esa medida perseguiría a los musulmanes, que suponen la mayor parte de los iraquíes y sirios.
En un comunicado prometiendo un veto, la Casa Blanca dijo que la propuesta republicana no mejoraría la seguridad para los estadounidenses. Esta legislación “perjudicaría de forma inaceptable nuestros esfuerzos para asistir a algunas de las personas más vulnerables del mundo, muchas de las cuales son víctimas de terrorismo, y socavaría la labor de nuestros socios en Oriente Medio y Europa para abordar la crisis de refugiados”.
El proceso actual de filtrado de refugiados suele llevar de 18 a 24 meses con entrevistas, toma de huellas y comprobaciones de bases de datos de varias agencias federales. Los sirios pasan por controles adicionales relacionados con datos de la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas y entrevistas con agentes del Departamento de Seguridad Nacional entrenados para interrogar a sirios.
Los republicanos afirman que después de que milicianos del grupo Estado Islámico amenazaran abiertamente en un video reciente con atacar en Estados Unidos, el sistema actual no basta para garantizar a los ciudadanos que los refugiados que entran en Estados Unidos no son extremistas decididos a atacar el país.
“La situación actual no es aceptable”, afirmó el presidente del comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, republicano por Texas, que redactó la ley con el representante Richard Hudson, republicano por North Carolina. “El pueblo americano quiere que actuemos a la luz de lo que ha ocurrido”.
Varios republicanos conservadores dijeron que apoyarían el texto, pero lo calificaron de simbólico porque los republicanos carecen de los votos necesarios para eludir un veto de Obama. Muchos estudian forzar la inclusión del tema en una gran ley sobre gastos que tiene como fecha límite el 11 de diciembre y que si se veta forzaría un cierre del gobierno.
“No tenemos suficientes demócratas dispuestos a proteger vidas estadounidenses para sobrepasar el veto”, dijo el representante republicano por Alabama Mo Brooks.
El gobierno quiere aumentar en 10.000 personas la cifra de 70.000 refugiados de todo el mundo que serán admitidos este año, y buena parte de ese aumento correspondería a ciudadanos sirios.
De los 2.174 sirios admitidos en Estados Unidos desde los atentados de 2001, ninguno ha sido arrestado o deportado por acusaciones de que albergara ambiciones extremistas, indicó la Casa Blanca.
Los demócratas afirmaron que en la práctica, la propuesta republicana bloquearía el acceso al país a los refugiados sirios e iraquíes porque las autoridades no pueden garantizar de forma absoluta que no puedan convertirse en amenazas, y porque instalar los nuevos procedimientos llevaría dos años.
El representante demócrata de Nueva Jersey Bill Pacrell señaló que ante la próxima campaña electoral a la presidencia, los republicanos utilizaban la propuesta como una forma de mostrar a los votantes conservadores que quieren “mantener fuera a los invasores extranjeros”.
Incluso así, había indicios de que muchos demócratas se sentían incómodos rechazando de plano la propuesta.
Los 15 miembros de la Blue Dog Coalition de demócratas moderados dijeron que apoyarían el proyecto. El representante Kurt Schrader, demócrata por Oregon, dijo que la medida hace el sistema “más fuerte y hace más seguro que Estados Unidos haga lo correcto al admitir a refugiados legítimos”.
El representante por Mississippi Bennie Thompson, el demócrata de mayor rango en el comité de Seguridad Nacional, propuso junto con otros demócratas un bloqueo alternativo a la admisión de cualquier refugiado si el gobierno no considera que ha demostrado de forma satisfactoria su identidad.
La senadora demócrata por California Dianne Feinstein y el senador republicano de Arizona Jeff Flake dijeron que presentarían una ley para restringir visados a individuos que hayan estado en Siria o Irak en los últimos cinco años.