Nueva York.- Inmigrantes y activistas de distintas partes de Estados Unidos salieron a la calle para exigir la activación de un programa de alivio migratorio que habría entrado en vigor el martes si no fuera por una demanda de más de una veintena de gobernadores que lo dejó paralizado.
En Nueva York, la ecuatoriana Lucía Freire se unió a un centenar de personas que exigieron el inicio del programa, diseñado para proteger de la deportación a padres con hijos nacidos en Estados Unidos o que son residentes permanentes.
“Me siento frustrada”, dijo la inmigrante de 41 años con dos hijos nacidos en el país y que lleva más de una década en Estados Unidos. “Siento que nadie nos apoya a nosotros los inmigrantes. Yo necesito el programa para poder estar más tranquila y para poder manejar y viajar”, agregó.
El 19 de mayo se abría el plazo para que interesados en acogerse a la iniciativa pudieran enviar sus solicitudes al gobierno. La ampliación de otro programa de alivio migratorio ya existente para jóvenes inmigrantes quedó congelada en febrero.
Ambas iniciativas, anunciadas por el presidente Barack Obama en noviembre, fueron suspendidas después de que gobernadores republicanos de 26 estados interpusieron una demanda acusando al mandatario de sobrepasar su autoridad por su intención de suspender la deportación de al menos cuatro millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización.
Conferencias de prensa y protestas de decenas de grupos que defienden los derechos de los inmigrantes se dieron el martes en ciudades como Austin y Dallas, en Texas; Raleig, en Carolina del Norte; Washington; Phoenix, en Arizona o Miami.