Washington.- El presidente Barack Obama dice que planea ayudar a los inmigrantes que están en el país sin autorización a “legalizarse” sin una ley aprobada en el Congreso. Y promete controlar un sistema que, afirma, deporta indebidamente a inmigrantes. Pero la Casa Blanca ha sido vaga sobre los cambios que se espera que el presidente anuncie pronto.
¿Qué puede hacer en realidad el presidente sin la cooperación de los legisladores?
Según la ley en vigor, el presidente pudiera instruir a las autoridades de inmigración a proteger temporalmente de la deportación a ciertos inmigrantes y otorgarles permiso de trabajo.
Pero el presidente no puede dar a los inmigrantes irregulares la tarjeta verde, visas ni ninguna otra vía a un estatus de residencia legal permanente. Sólo el Congreso tiene esa autoridad, y hasta ahora los legisladores han mostrado poco interés en reformar el complicado sistema de inmigración del país.
Sin embargo, Obama no tiene las manos atadas. Hace dos años lanzó el programa DACA, que permite a personas que llegaron al país sin autorización cuando eran niños permanecer en Estados Unidos sin temor a la deportación durante dos años. Hasta el momento, más de 610,000 personas se han beneficiado del programa.
El presidente también puede autorizar a algunas personas que viven ilegalmente en el país a recibir “libertad condicional interna”, período durante el cual pueden solicitar autorización para quedarse legalmente. Una vez que reciben esa autorización, pueden solicitar posteriormente un ajuste a su estatus migratorio y posiblemente recibir la residencia permanente. Los inmigrantes con tarjeta verde pueden solicitar la naturalización tras cierto tiempo en el país.
En el pasado, la designación “libertad condicional interna” ha estado limitada a ayudar a un pequeño número de inmigrantes a quedarse legalmente en el país, por lo general cónyuges, padres e hijos de personal militar estadounidense.
Un funcionario federal al tanto de partes del plan de medidas ejecutivas del presidente dijo que el gobierno calcula que unos 7 millones de inmigrantes irregulares pudieran beneficiarse. Ese grupo incluye padres de ciudadanos estadounidenses e inmigrantes jóvenes protegidos de la deportación.
El funcionario habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar del plan antes del anuncio del mandatario.
Las descripciones de lo que Obama planea hacer se emitieron en una conferencia de prensa y en una entrevista televisada en septiembre, cuando la Casa Blanca anunció que no anunciaría las medidas ejecutivas en materia de inmigración hasta después de las elecciones legislativas.
La Casa Blanca ha declinado explicar qué quiere decir Obama con “ser legal” o “legalizarse”.
Anteriormente este mes, en el programa “Face the Nation” de CBS, el mandatario dijo que planeaba “hacer lo que pueda mediante medidas ejecutivas”, pero agregó: “No será todo lo que hace falta hacer”.
El presidente dijo que el sistema de inmigración no funciona y que “estamos deportando a personas que no deben ser deportadas. No estamos deportando a personas peligrosas que es necesario deportar”.
Sin embargo, esas aseveraciones socavan el mensaje del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que con frecuencia destaca sus esfuerzos para encontrar y deportar a delincuentes extranjeros.
Documentos internos del ICE obtenidos por The Associated Press describen esfuerzos que “dan prioridad a identificar y deportar a inmigrantes delincuentes”. El informe señala que aproximadamente 56% de los 315,943 inmigrantes deportados durante el año presupuestal 2014, que concluyó en septiembre, eran delincuentes.
Obama no ha justificado siempre la toma de medidas ejecutivas amplias en materia de inmigración, alegando en el pasado que su capacidad de actuar ejecutivamente era limitada.
En una sesión de Google Hangout en febrero de 2013, le preguntaron qué haría para asegurar que no deportaran a más personas. “El problema es que yo soy el presidente de Estados Unidos, no el emperador”, afirmó. “Mi trabajo es implementar las leyes que se aprueban”.
Pero el domingo, durante una conferencia de prensa en Brisbane, Australia, defendió su decisión de tomar el asunto en sus propias manos ante la falta de acción del Congreso.
“No puedo esperar a perpetuidad cuando tengo la autoridad que, al menos durante los próximos dos años, puede mejorar el sistema, puede permitirnos canalizar más recursos a la frontera en vez de separar familias, mejorar el sistema de inmigración. No cumpliría mi deber si no trato de mejorar el sistema que todos reconocen que no funciona”.
Alejandro Mayorkas, segundo funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, ha dicho anteriormente que el presidente puede ayudar a los inmigrantes irregulares en el país a “legalizarse” con un programa similar al que ahora ofrece protección contra la deportación a inmigrantes jóvenes.
Mayorkas dirigió anteriormente el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, que maneja programas como el DACA. Dijo que el programa no da a los inmigrantes jóvenes un estatus legal, sino que les da una “presencia legal” y les permite trabajar con autorización.
“Estatus legal” en materia de inmigración es una frase específica que significa que los inmigrantes tienen visas o tarjetas verdes que les permiten vivir y trabajar en el país legalmente. “Presencial legal” puede significar que alguien tiene una visa, pero también puede aplicarse a otros inmigrantes que cuentan con permiso temporal de estancia, aunque se hayan quedado más tiempo del autorizado en la visa o entrado al país sin autorización.