Washington.- El presidente estadunidense Barack Obama señaló hoy que la campaña militar que Estados Unidos y otros 16 países aliados mantienen contra el grupo Estado Islámico (EI) ha disminuido su capacidad y anticipó que el grupo yihadista perderá.
Obama aseguró que la campaña ha empezado ya a desmoralizar las filas del EI, y que sus milicianos se han dado cuenta “de la inutilidad de su esfuerzo”.
Obama emitió su mensaje desde la Casa Blanca después que su administración presentó ante el Congreso una solicitud para que se autorice el uso de la fuerza militar contra el grupo yihadista.
“No hay que equivocarnos, esta es una misión difícil y se mantendrá así por un tiempo. Va a tomar tiempo sacar a estos terroristas, especialmente de áreas urbanas, pero nuestra coalición está a la ofensiva, el EI está a la defensiva y el EI va a perder”, dijo.
Según el mandatario, desde que anunció la campaña contra el EI en septiembre de 2014, la coalición ha realizado más de dos mil ataques contra posiciones del EI en Siria e Irak, quebrando sus líneas de suministro, destruyendo sus líneas de defensa y equipo militar pesado.
Acompañado por el vicepresidente Joseph Biden y los secretarios de Estado, John Kerry; y de Defensa, Chuck Hagel, el mandatario hizo un breve bosquejo de su solicitud, la cual refleja “nuestros objetivos centrales para destruir” al EI.
El plan prevé una sostenida campaña de ataques aéreos en Irak y Siria, apoyo y entrenamiento a fuerzas militares iraquíes y a la oposición siria, prevenir la llegada de combatientes extranjeros, apoyar al gobierno iraquí, y asistencia humanitaria en ambas naciones.
Obama precisó que su pedido no incluye el despliegue de tropas ni una nueva invasión “como en Irak y Afganistán”, y precisó que los dos mil 600 militares estadunidenses estacionados en el primer país permanecerán en sus bases.
Reconoció que existe riesgo de ataques, “pero no tienen una misión de combate. Su enfoque es entrenar a fuerzas iraquíes, incluyendo fuerzas kurdas, y como lo he dicho antes, estoy convencido de que Estados Unidos no debe involucrarse en otra prolongada guerra”.
Obama caracterizó su solicitud como “balanceada”, al otorgar a su gobierno flexibilidad ante situaciones imprevistas, como el envío de tropas especiales cuando las fuerzas locales no tengan capacidad de respuesta rápida.
Explicó además que cancelaría la autorización de 2002 para invadir Irak y limitaría las acciones a un periodo de tres años, a fin de evitar una campaña militar prolongada.
“No se trata de un calendario, tampoco de anunciar que la misión será completada en un periodo determinado”, explicó.
Obama dijo que su solicitud fue consultada con demócratas y republicanos, y que en los próximos días su administración sostendrá consultas con líderes del Congreso con la espera que su solicitud genere un fuerte apoyo bipartidista.
Sin embargo, el Congreso está dividido entre quienes desean una autorización bélica amplia, en especial los republicanos, y quienes creen que un nuevo permiso militar podría ser la antesala de una mayor participación de las fuerzas estadunidenses en la región.