Los Ángeles.- El gobierno de Estados Unidos está en lo correcto al anunciar un plan para deportar a familias centroamericanas que se les negó la posibilidad de quedarse en el país, afirmó aquí el diario Los Ángeles Times.
“Estados Unidos tiene el derecho y la responsabilidad de determinar quien va a entrar en el país y quien va a permanecer como residente legal con la posibilidad de la ciudadanía”, señaló el diario en uno de sus editoriales.
Hace unos días se conoció un plan de la administración del presidente estadunidense Barack Obama de deportar a partir de enero a cientos de familias centroamericanas cuyas solicitudes de asilo u otro permiso les fue negada por migración.
“La apertura a la inmigración ha sido un aspecto definitorio de la historia de Estados Unidos, y uno de los puntos fuertes de la nación”, destacó el rotativo.
“Aún así, tenemos que esperar que el gobierno siga a través de los procesos legales y cuando los tribunales pudieran rechazar argumentos para que se queden los migrantes, el gobierno está en lo correcto para su remoción”, indicó.
“Hacer lo contrario no solo erosiona el sentido de que somos una nación regida por las leyes, sino también sirve como un estímulo para otros que piensan ganar la entrada a Estados Unidos”, anotó.
De permitirlo sería aceptar de forma natural el mensaje “Déjame entrar”. Hacerlo eso solo agrava nuestro problema de inmigración ilegal, aseguró.
Defensores de los derechos de inmigración han comenzado acciones de protesta, argumentando que es inhumano para el gobierno estadunidense regresar a centroamérica a personas que huyen de la violencia y barrios con delincuencia.
“No hay duda de que el sistema de inmigración de Estados Unidos está en ruinas. Más de 11 millones de personas viven aquí ilegalmente por mucho tiempo, se han entrelazado en la economía y en nuestros barrios”, expresó.
Deportarlos, advirtió, sería destrozar familias y comunidades. También sería muy caro, se requieren miles de millones de dólares para ejecutarse y causaría miles de millones de dólares en pérdidas a la economía.
“El mejor enfoque sería que el Congreso deje de utilizar la inmigración ilegal como “el coco” y hacer reformas significativas que incluiría un camino hacia la ciudadanía para los que han echado raíces”, finalizó.