Miami.- La estrategia pausada del aspirante a la candidatura republicana a la presidencia Marco Rubio ha desconcertado a miembros del partido en Iowa y Nueva Hampshire, dos estados donde los votantes están acostumbrados a que los candidatos les llenen de atenciones desde el principio y con frecuencia.
Si bien algunos aspirantes republicanos ya presumen de lo cerca que están de visitar los 99 condados de Iowa, el regreso al estado de Rubio esta semana es su primera visita en territorio de asambleas en un mes. El senador de Florida no ha viajado a Nueva Hampshire, donde comienzan las primarias del país, desde el 4 de julio, aunque se espera que regrese antes del final de agosto.
“Uno tiene a algunos de los otros que se lo han trabajado mucho más”, comentó Richard Schwarm, expresidente del Partido Republicano en Iowa y que no trabaja con ningún candidato en la carrera para 2016. “No creo que sea demasiado tarde. Pero creo que debería aumentar sus apariciones aquí, porque están muy separadas”.
Fergus Cullen, expresidente del partido en Nueva Hampshire y que aún no ha escogido un candidato, dijo que si bien Rubio se beneficia de “la buena voluntad y el interés”, sus visitas poco frecuentes al estado le han costado respaldos iniciales.
“Tendría más si pasara más tiempo aquí”, dijo Cullen.
Rubio sólo ha visitado Nueva Hampshire tres veces desde que lanzó su campaña a principios de abril. Su parada en Iowa este mes supone su quinta aparición en el estado de las asambleas como candidato.
Los asesores del senador ven pocos motivos de preocupación. Incluso tras el impulso que le dieron el inicio de su campaña y una sólida actuación en el primer debate republicano, el equipo de Rubio ha dicho que no espera que el joven senador acelere su campaña hasta otoño o incluso invierno, cuando los votantes empiezan a prestar más atención a la carrera por la candidatura a la Casa Blanca.
Sin embargo, los primeros sondeos indican que Rubio ha perdido terreno este verano, ante el avance del multimillonario magnate reconvertido en candidato Donald Trump, debido en parte porque el millonario canaliza el descontento del público con Washington.
Como algunos de sus rivales, Rubio ha pasado buena parte del verano reuniendo dinero de campaña para seguir siendo competitivo en el largo proceso de primarias. Su campaña y los grupos externos que le apoyan han recaudado un total de 45 millones de dólares en el segundo trimestre, un buen número pero lejos de la enorme suma del ex gobernador de Florida, Jeb Bush, que recaudó más de 100 millones de dólares.
“No esperamos ser los que tienen más dinero, pero competiremos en los 50 estados”, dijo Alex Conant, portavoz de la campaña.
Rubio, que está en su primera legislatura como senador, también ha dejado los actos de campaña para acudir a sesiones y votaciones en el Capitolio, donde sigue recibiendo críticas por faltar cuando lanzó su campaña a la Casa Blanca en abril.
El senador regresó a Washington al día siguiente de anunciar sus aspiraciones para votar sobre si el Congreso podría pronunciarse sobre el acuerdo con Irán alcanzado por el presidente, Barak Obama. Tampoco apareció en persona en un foro sobre candidatos en Nueva Hampshire este mes para votar sobre una propuesta para retirar el financiamiento en Planned Parenthood. En cambio, participó en el foro a través de un video.
Algunos republicanos consideran a Rubio, de 44 años e hijo de inmigrantes cubanos, como una brillante esperanza para un partido desesperado por atraer a votantes más jóvenes y diversos. Su mensaje optimista y centrado en el futuro ya ha preocupado a algunos demócratas porque pudiera ser un rival formidable en las elecciones generales ante la favorita demócrata, Hillary Rodham Clinton.
“Creo que es una estrella en alza en el Partido Republicano”, dijo el gobernador de Iowa, Terry Branstad. “Creo que le merecería la pena pasar un tiempo significativo en Iowa”.
Algunos rivales de Rubio han dedicado más tiempo este verano a los primeros estados que votan en las primarias.
Bush, que cuenta con un buen resultado en Nueva Hampshire para impulsar sus esperanzas de llegar a la Casa Blanca, ha ido seis veces al estado desde que presentó su campaña a mediados de junio. El gobernador de Ohio, John Kasich, sólo lleva un mes en la carrera de forma oficial pero ya ha ido a Nueva Hampshire tantas veces como Rubio.
Por supuesto, el tiempo de visitas no garantiza el éxito electoral. El exsenador de Pennsylvania Rick Santorum prestó mucha atención a Iowa y logró una inesperada victoria en las asambleas en 2012. Por sus intentos de repetir esa estrategia cuatro años después muestran pocos visos de éxito. También el exgobernador de Texas pasa mucho tiempo en Iowa, pero los primeros sondeos no le muestran en una posición muy ventajosa.
Rubio regresa esta semana a Iowa para acudir a la feria del estado el martes e inaugurar la sede de su campaña en Des Moines el miércoles. También celebrará actos en Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada este mes, señaló Conant.