Nueva York.- Donald Trump dará otro paso inusual en su campaña presidencial poco ortodoxa cuando aparezca el sábado como anfitrión invitado del programa de comedia “Saturday Night Live”.
La participación del magnate y astro de reality shows lo pondrá en rara compañía: sólo ocho políticos han sido anfitriones de “Saturday Night Live” en sus 40 años de historia. Y sólo uno de los ocho lo ha hecho siendo un candidato presidencial activo: el reverendo Al Sharpton, cuando buscaba la nominación del Partido Demócrata en diciembre del 2003.
Este es el ejemplo más reciente de cómo Trump — quien fue anfitrión de “SNL” por primera vez en 2004, pocas semanas después de estrenar su programa “The Apprentice” por la NBC — le ha sacado el jugo a su fama a lo largo de su campaña, lo que se ha traducido en índices de audiencia récord durante la transmisión de los tres debates republicanos.
Trump ha hecho alarde en repetidas ocasiones de la atención que ha recibido, y pronosticó que le dará a “SNL” sus mejores ratings hasta la fecha.
A lo largo de su historia, “SNL” se ha burlado de figuras políticas, tanto por medio de imitaciones como con apariciones de los propios políticos como invitados. Este y otros programas nocturnos de tertulia también les han dado a los candidatos la oportunidad de mostrar su lado menos serio y de conectarse con una generación más joven que no suele seguir sus mítines y debates.
Sharpton dijo que todo su equipo de campaña se había opuesto a la idea cuando el productor ejecutivo Lorne Michaels lo invitó como anfitrión de “SNL”, pero que decidió aparecer porque pensó que esto podría ayudar a mostrar su lado humano.
“En ese momento era conocido en Estados Unidos como un líder de los derechos civiles y como un líder de protesta, y yo quería mostrar que podía reírme de mí mismo, que tenía sentido del humor y que era humilde, que podía estar cómodo con un público más amplio”, dijo en una entrevista, al tiempo que agregó que la aparición le propinó resultados tangibles, pues fue algo que la gente mencionó a menudo durante su campaña.
Trump, cuya invitación ha generado protestas de grupos preocupados por lo que perciben como su prejuicio contra los hispanos, tendrá el reto de establecer una conexión similar, dijo Sharpton.
“Lo conocemos como esta persona descarada, grandilocuente y vanidosa. Pero, ¿puede reírse de sí mismo? ¿Puede comunicarse con el tipo promedio en una bolera?”, preguntó Sharpton. “Creo que tiene la oportunidad o el riesgo de establecer eso mañana por la noche”.
En su aparición como anfitrión invitado en el 2004, Trump abrió su monólogo bromeando sobre su poder de estrella: “Es maravilloso estar aquí en ‘Saturday Night Live’, pero voy a ser completamente franco, es aún mejor para ‘Saturday Night Live’ que yo esté aquí. No hay nadie más grande que yo. Nadie es mejor que yo. Soy una máquina de ratings”.
Trump hizo eco de esas palabras a principios de esta semana cuando dijo a la cadena CNN “nadie genera mayores índices de audiencia que yo”. Dijo que inicialmente le habían pedido que aparezca solo en un sketch esta semana, pero que entonces Michaels lo exhortó a tomar el puesto de anfitrión.
La NBC se ha negado a comentar sobre las objeciones a la aparición de Trump en el programa. A principios de esta semana, “SNL” emitió varios anuncios promocionales con Trump, incluyendo uno en el que éste se refirió a su opositor republicano Ben Carson como “un completo y total fracasado”.