Los Angeles.- Estados Unidos se equivoca al detener a solicitantes de asilo bajo el pretexto de disuadir a que otros inmigrantes los imiten, consideró hoy el periódico Los Angeles Times (LAT).
“Es a la vez moral y legalmente equivocado que se encierre a los solicitantes de asilo como un asunto de política” migratoria, indicó el rotativo en un editorial.
La ley permite a los solicitantes de asilo que llegan a esta nación presentar su caso ante las autoridades correspondientes para conseguir la entrada al país, apuntó el diario al recordar la ola de madres centroamericanas con sus hijos que se registró en 2014.
El Departamento de Seguridad Nacional implementó una nueva estrategia de control de la migración diseñada, en parte, para disuadir a otros de hacer lo mismo, pero al hacerlo violó la ley, consideró.
Antes de esa nueva política, las madres inmigrantes con niños detenidos en la frontera sur de Estados Unidos se les ofrecía la oportunidad de demostrar que huían de la persecución en su país de origen.
Los que pudieron demostrar un “temor creíble” fueron puestos en libertad bajo fianza por lo general o en otros sistemas para asegurarse de que regresarían a la corte de migración para una audiencia de asilo.
Pero en junio pasado, cuando aumentó el número de madres con niños, el gobierno comenzó a detenerlos incluso a los que se les concedió una audiencia de asilo.
En diciembre de 2014, se abrió una nueva instalación con dos mil 400 camas en una zona rural de Texas para aumentar su capacidad para albergarlos.
El mensaje que se envió a los ciudadanos de los países de América Central es que si hacen el viaje, serán capturados y detenidos en Estados Unidos y enviados de nuevo a su casa.
El gobierno argumentó, entre otras cosas, que utiliza la disuasión como factor discrecional para determinar si procede detener o liberar las madres con niños.
El año pasado en más de seis meses el gobierno liberó solo a 32 madres y niños, mientras que detuvo a dos mil 602, así que si no es una política de hecho, sí lo es en los hechos, señaló.
El periódico consideró que esa política es un error, pese a que el gobierno tiene el derecho y la responsabilidad de asegurar la frontera y hacer cumplir las normas de migración del país.
Pero la ley también permite a los solicitantes de asilo, muchos de los cuales huyen de condiciones que amenazan la vida en sus países de origen, para venir a Estados Unidos y presentar su caso para solicitar su ingreso al país.
Si estos solicitantes de asilo no representan una amenaza y se espera que regresen a sus audiencias, es tanto moral como legalmente incorrecto encerrarlos como una cuestión de política solo en un esfuerzo para disuadir a otros de venir a Estados Unidos, opinó.
El Departamento de Seguridad Nacional debería abandonar la defensa legal de una política de evidente injusticia, recomendó.