Washington.- El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Jeh Johnson, defendió hoy las redadas para detener y deportar a cientos de inmigrantes centroamericanos que ingresaron de manera indocumentada al país en 2014.
Johnson indicó que los operativos iniciados el sábado pasado por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Georgia, Texas y Carolina del Norte resultaron en la detención de 212 personas, quienes se encuentran en proceso de deportación.
“Este pasado fin de semana el ICE participó en una operación nacional para tomar bajo custodia y deportar a un alto número de adultos que entraron al país ilegalmente con niños”, detalló Johnson en un comunicado.
Grupos de derechos humanos dieron a conocer el sábado que la mayoría de los arrestados fue concentrado en uno de los dos centros de detención que administra el gobierno federal en Texas.
Johnson señaló que estas detenciones no deberían resultar sorpresivas al recordar que en meses anteriores había dicho “que los individuos que representen una prioridad para aplicar la ley, incluyendo familias y menores no acompañados, serán removidos”.
Precisó que estas acciones afectarán solamente a aquellos adultos y menores contra quienes existen ya órdenes finales de deportaciones y quienes no han presentado apelaciones y han agotado todos los recursos legales para permanecer en el país.
El secretario de Seguridad Interna mencionó que ordenó la realización de operativos adicionales “conforme sea apropiado”.
Johnson dijo que dada la sensitiva naturaleza de estas detenciones, el ICE tomó una serie de medidas preventivas, entre ellas se incluyó la presencia de agentes mujeres y personal médico durante estos operativos.
A pesar de ello, los operativos dieron lugar a denuncias de abusos en algunas instancias debido a la manera como procedieron los agentes.
Joana Gutiérrez denunció que agentes armados ingresaron a su hogar en Atlanta, Georgia, con engaños para detener a su sobrina y el hijo de ésta, y los acusó de actuar de manera abusiva y con prepotencia.
“Llegaron en camionetas sin marcas; me dijeron que tenían un papel, que buscaban a una persona de raza negra, les dije que no había nadie así, pero se metieron y sacaron a los niños, a mi sobrina, a mi esposo, y no les importó que los niños estuvieron llorando. Lo que hicieron fue un abuso”, externó en entrevista telefónica.
La directora de la Alianza Latina de Derechos Humanos de Georgia, Adelina Nicholls, no descartó que ante estas redadas, muchas personas que ingresaron en el verano de 2014, incluyendo menores no acompañados, opten por esconderse y convertirse en prófugos de la justicia para evitar ser detenidos.
“Esa es una posibilidad y no sería extraño que sucediera dado su temor para regresar a sus países, de donde salieron huyendo de la violencia”, declaró la activista a Notimex.