Washington.- La información personal de unos 14 millones de empleados públicos retirados y en actividad fue revelada a ciberpiratas, según dos personas allegadas a la investigación, una cifra muy superior a la de 4 millones difundida inicialmente por el gobierno del presidente Barack Obama.
Según los nuevos cálculos, el número de archivos comprometidos está entre nueve y 14 millones y se remontan a la década de 1980, dijo un funcionario del Congreso y un ex empleado público, que hablaron bajo la condición de anonimato porque los informes confidenciales que recibieron incluyen detalles secretos de la investigación.
Hay unos 4,2 millones de empleados públicos federales, de manera que la mayoría de los archivos revelados tienen que ver con empleados retirados. También se ha robado información de contratistas, dijeron los informantes.
Esto salió a la luz un día después que un gran sindicato dijo que el robo informático es más perjudicial de lo que parecía en un principio, ya que los ciberpiratas robaron información personal y números del seguir social de todos los empleados federales en una base de datos central.
El gobierno había reconocido que unos 4 millones empleados públicos retirados y en actividad cuya información se encuentra en el servidor de la Oficina de Administración de Personal (OPM por sus siglas en inglés) se vieron afectados por el robo de diciembre, pero sin entrar en detalles acerca de cuál fue la información robada.
Pero J. David Cox, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno dijo el jueves en una carta a la directora de la OPM Katherine Archuleta que sobre la base de la información incompleta entregada al sindicato, “creemos que la base de datos atacada fue el Archivo Central de Datos del Personal y que los piratas poseen ahora toda la información personal de todos los empleados federales, todos los jubilados federales y hasta un millón de ex empleados federales”.
El archivo de la OPM contiene los datos de la mayoría de los empleados públicos federales, aunque no de los legisladores y sus empleados, los miembros de las fuerzas armadas o el personal de las agencias de inteligencia.
El sindicato cree que los piratas robaron archivos militares y de veteranos de guerra, direcciones, fechas de nacimiento, historia profesional y remunerativa, seguro de salud y pensiones, edad, género y raza.