Fort Worth, Texas.- El gobernador de New Jersey, Chris Christie, respaldó el viernes a Donald Trump por la candidatura presidencial republicana, una declaración de peso a favor del multimillonario que intenta rechazar los ataques de su ahora agresivo rival Marco Rubio.
Christie, quien acompañó a Trump en una conferencia de prensa en Fort Worth, dijo que éste será “la persona que irá a Washington y provocará un cambio total en ese lugar”.
Christie, un ex precandidato que abandonó la contienda, dijo que Trump era de lejos mejor candidato que Rubio, un senador en su primer período que “no se presentó a trabajar”.
La declaración de apoyo provocó enorme sorpresa después que Rubio, en un viraje aplaudido por republicanos en todo el país, puso brusco fin a meses de relativa paz con Trump en el debate del jueves por la noche.
Rubio lanzó un ataque verbal en regla contra Trump el viernes, mientras sus aliados se aprestaban a gastar millones en publicidad en estados cruciales, anticipando una campaña para terminar de derribar al hasta ahora favorito de las primarias republicanas luego de zarandearlo en el debate de la noche anterior.
Rubio, el principal agresor en el debate, reanudó la ofensiva por la mañana. En varias entrevistas televisadas, puso en duda el pasado de Trump como empresario, su capacidad para gobernar y lo calificó reiteradamente de “estafador” que ha dedicado las últimas décadas a “pasarle la factura a los más humildes”.
“Un estafador está a punto de adueñarse del Partido Republicano y el movimiento conservador, y tenemos que detenerlo”, dijo Rubio por la cadena CBS.
Los precandidatos republicanos se lanzaron al tramo final antes del “súper martes” luego de una noche de intercambio de insultos y acusaciones en la que Rubio y Ted Cruz se dedicaron a tratar de restarle impulso a Trump antes de que sea tarde.
“He enfrentado a tipos más rudos”, dijo Trump con desdén. Aseguró que sabía que lo atacarían porque “están desesperados. Están perdiendo por cifras colosales”.
Once estados votarán en primarias el martes, con 595 delegados en juego. Trump trae todo el impulso de tres victorias consecutivas y sus rivales saben que deben alterar esa dinámica si pretenden descarrilar ese avance hasta ahora incontenible hacia la candidatura.
Mientras tanto, un comité de campaña de los conocidos en inglés como super PAC que apoya a Rubio anunció planes el viernes para lanzar publicidad contra Trump en estados cruciales.
Uno de los avisos dice que Trump “no sabe absolutamente nada sobre política exterior”. Otro ataca sus prácticas empresarias, el uso “tramposo de las leyes de quiebra para evitar pagar a los trabajadores” y destaca su declaración reciente de que ama a “los poco instruidos”.
Los avisos son una “parte significativa de una compra multiestatal y multimillonaria”, dijo el vocero del grupo, Jeff Sadosky. Las leyes permiten a las super PAC gastar dinero sin restricciones, pero sin coordinar con el candidato.
Pero dista de estar claro cómo los rivales de Trump resolverán su dilema fundamental: cada uno brega por aparecer como la alternativa clara al favorito mientras los votantes anti-Trump dividen sus votos entre las alternativas.
Del lado demócrata, Hillary Clinton cobró nuevo impulso en la víspera de las primarias demócratas en South Carolina, que de acuerdo con las previsiones ganará por amplia ventaja contra su rival Bernie Sanders.
“Creo que me toma un poco más de tiempo entrar en ritmo de campaña”, dijo por la televisora MSNBC. La precandidata, que viene de ganar en Nevada, dijo que “nuestro mensaje de superar todas las barreras empieza a afianzarse. Me parece que estamos en una trayectoria ascendente”.