Washington.- Un puñado de las principales tiendas cibernéticas y departamentales de Estados Unidos, incluidas Amazon, eBay y Sears, anunciaron su decisión de sumarse a Wal-Mart para dejar de vender la Bandera Confederada tras la masacre de Charleston.
Dylan Roof, el presunto asesinato de nueve feligreses afroamericanos en la Iglesia Metodista Episcopal Emanuel, aparece en varias fotografías ondeando la Bandera Confederada, considerada por muchos como un símbolo del historial racista en Estados Unidos.
Aunque un portavoz de Amazon señaló que no venderían más la bandera, hasta esta tarde era posible comprarla electrónicamente en su sitio de Internet. La versión más popular podía adquirirse por 5.99 dólares, más gastos de envío.
La empresa registró un incremento de ventas de la bandera de más de mil 600 por ciento en un periodo de 24 horas.
Una situación similar ocurrió en el sitio de eBay, donde podían adquirirse diferentes tamaños de la bandera, con precios de entre apenas 3.89 dólares hasta 29.99 dólares. En el caso de Sears ya no era posible ubicar la bandera en su página cibernética.
Wal-mart, la primera de las mayores tiendas menudistas de Estados Unidos que decidió dejar de vender el paño, dejó de tenerla en su inventario, aunque aún era posible comprar la bandera estatal de Mississippi, que también incluye uno de los iconos confederados.
Aunque el debate nacional a raíz de la masacre de Charleston reavivó inicialmente la discusión sobre el control de armas, en los últimos días ha estado casi exclusivamente centrado en la remoción de la Bandera Confederada del Capitolio estatal de Carolina del Sur.
La legislatura de Carolina del Sur decidió este martes proseguir con el debate sobre la permanencia de la Bandera. Se requieren dos terceras partes de la legislatura de Carolina del Sur para aprobar la iniciativa de su remoción definitiva.
La Bandera Confederada, la más reciente versión de las cuales es un paño rojo con una cruz azul en cuyo centro se ubican 13 estrellas que representan los estados sureños que se oponían al fin de la esclavitud, es vista por muchos como un símbolo del pasado racista del país.
El presidente Barack Obama apoya desde hace varios años la remoción de la polémica Bandera Confederada, pero el debate adquirió una dimensión nacional desde la masacre de nueve afroamericanos en una histórica iglesia metodista.
A la iniciativa de remoción de la bandera, que se encuentra alzada a media asta en el Capitolio en Columbia, Carolina del Sur, se sumó el lunes la propia gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien apenas el año pasado había defendido su permanencia.
El alcalde de Charleston, Joe Riley, fue el primero en revivir la idea de que la bandera sea retirada después de la masacre de la Iglesia Metodista Episcopal Emanuel, toda vez que era uno de los símbolos favoritos del presunto asesino, Dylan Roof.
“Eliminemos las mal guiadas ideas de Roof sobre la superioridad y los prejuicios y todo lo que se le parezca. Llegó la hora de que la Bandera Confederada deje su posición pública en el Capitolio Estatal”, dijo Riley.