Río de Janeiro.- El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva eximió a su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff, de la responsabilidad por la actual crisis económica y política en Brasil, y dijo que las dificultades financieras comenzaron “en el corazón de Estados Unidos”.
“La crisis nació en el corazón de Estados Unidos y hoy mucha gente está pagando por eso”, aseguró el ex jefe de Estado anoche durante un acto público celebrado en Brasilia.
“Hay quien culpa a Dilma, diciendo que ella tiene la culpa, pero esas personas que se presentan como si tuvieran la solución para los problemas del mundo olvidan que, cuando llegué a la presidencia, este país estaba destruido, dependía del Fondo Monetario Internacional”, dijo el ex mandatario, cuyo nombre fue coreado por cientos de seguidores al grito de “Lula, guerrero del pueblo brasileño”.
Considerado el ‘padre’ de los programas sociales que han sacado de la pobreza a más de 30 millones de personas en Brasil durante la última década, Lula es percibido por algunos sectores como el único político capaz de dirigir Brasil en la actual crisis política y económica.
El ex presidente ya fue citado en varias ocasiones por sus compañeros como el candidato del Partido de los Trabajadores a la elección presidencial de 2018.
Ahora se especula con su vuelta al gobierno por medio de un ministerio, pero la apertura de una reciente investigación judicial de Lula por eventual tráfico de influencias podría hacer peligrar esa posibilidad.
Rousseff habría propuesto un cargo a Lula con el objeto de tejer nuevas alianzas políticas y revertir la caída de su popularidad, en momentos en que el rechazo a la gestión de la presidenta alcanzó el 71 por ciento, la mayor cifra de un mandatario en Brasil.
El próximo domingo 16 de agosto Brasil celebrará su tercera manifestación nacional desde que Rousseff fue reelegida para pedir su renuncia o su ‘impeachment’ por medio del poder legislativo, un acto que por primera vez contará con el apoyo de la oposición política, que hasta la fecha se había mantenido al margen.
Al respecto, Lula dijo que “no hay nadie que pueda amenazar el proceso de formación democrática”, en referencia a la victoria de Rousseff en los comicios presidenciales de octubre pasado.