Túnez.- Un hombre joven se deshizo de la sombrilla que cargaba y sacó un fusil tipo Kalashnikov para disparar contra europeos que se encontraban en un centro vacacional de Túnez causando al menos 37 muertes el viernes.
Los asesinatos en el destino vacacional de Sousse ocurrieron a la misma hora en que una fábrica propiedad de una compañía estadounidense en Francia era atacada, en hecho donde se encontró una cabeza cercenada, y una mezquita en Kuwait sufría un atentado con bomba. Se desconoce si hay vínculos entre los tres ataques pero ocurrieron días después de que los milicianos del grupo Estado Islámico pidieran a sus seguidores “hacer del Ramadán un mes de calamidades para los infieles”.
Sousse, a 150 kilómetros de Túnez, es un balneario concurrido por tunecinos y europeos.
El ataque es el peor que ha ocurrido en el país donde el 18 de marzo se registró un atentado en el museo nacional del Bardo, que se saldó con la muerte de 22 personas, la mayoría turistas y ha generado dudas acerca de si el gobierno recién electo puede proteger al país.
Aunque autoridades dijeron inicialmente que dos hombres habían realizado el ataque, Rafik Chelli, un alto funcionario de seguridad dijo que el ataque fue perpetrado por un joven estudiante que no era conocido por las autoridades de seguridad. El ataque en el hotel RIU Imperial Marhaba finalizó cuando murió a manos de la policía.
“Sí tenía relación con algunos extremistas”, dijo Chelli, secretario de Estado del Ministerio del Interior.
En una grabación de audio dada a conocer el martes, el grupo Estado Islámico llamó a sus simpatizantes a incrementar los ataques durante el Ramadán y “hacer la guerra y alcanzar el martirologio en este mes eminente”.
La matanza comenzó en la playa. De acuerdo con turistas inicialmente se escucharon explosiones y algunos pensaron que se trataba de fuegos artificiales pero pronto muchos corrieron para salvar su vida. Imágenes de video mostraron a personal de emergencias médicas usando sillas de playa para cargar a los heridos que vestían trajes de baño.
“Llevaba una sombrilla en la mano, luego se agachó para ponerla en la arena, sacó un fusil Kalashnikov y comenzó a disparar”, dijo Chelli.
El atacante entró al área de la piscina del hotel Imperial Marhaba antes de ir hacia el edificio disparando contra todo lo que se encontraba.
El Ministerio de Salud informó que entre los 37 muertos había ciudadanos tunecinos, británicos, alemanas y belgas pero no ofreció detalles.
El turista británico Gary Pine dijo a The Associated Press que estaba en la playa cuando escuchó los disparos con su esposa y le gritaron a su hijo que saliera del agua, tomaron su maleta y corrieron al hotel. Su hijo les contó que vio a alguien caer en la playa.
Desde el derrocamiento de la dictadura que gobernó al país hasta 2011 Túnez ha sufrido varios ataques terroristas, aunque apenas recientemente se han enfocado al turismo, que es uno de las principales fuentes de ingreso del país al aportar el 15% del Producto Interno Bruto.
“La economía de Túnez depende en buena medida del turismo y es muy probable que esos ingresos casi desaparezcan, lo que pondrá al país en una situación angustiosa en un momento crítico dentro de su transición política”, dijo Geof Porter, analista para el norte de África.