Sentado en un banquillo y de buen humor, Mick Fanning relató la historia que va a contar por el resto de su vida, sobre cómo peleó a mano limpia con un tiburón durante una competencia de surf en Sudáfrica.
Parece la trama de una película, pero el tres veces campeón mundial de surf no es un personaje ficticio. Y su aventura con el tiburón fue transmitida en vivo por televisión.
Fanning, de 34 años, regresó el martes a Australia y habló en una conferencia de prensa en Sydney antes de volver a su casa en la Costa de Oro, la ciudad donde está ubicada la famosa playa Surfers Paradise.
“Estuvo cerca, pero estoy bien”, comentó. “No tengo un solo rasguño. Ahora mismo es más un trauma emocional y mental”.
“Salvarse de un ataque de tiburón sin un solo rasguño, en realidad es un milagro”.
Fanning competía contra su compatriota Julian Wilson en la final del torneo JBay Open, un evento de la Liga Mundial de Surf en Jeffreys Bay en la costa oriental de Sudáfrica, cuando un tiburón lo derribó de su tabla.
En un video del ataque publicado por el portal de la Liga Mundial de Surf, se ve a Fanning mirando el agua antes que apareciera una enorme aleta detrás. El surfista se dio vuelta para encarar al tiburón, y luego cayó de la tabla y desapareció brevemente cuando llegó una ola.
Wilson se dirigía hacia Fanning, y después dijo que pensó que si podía llegar con su tabla, al menos tendría algo con qué distraer al tiburón, que según su cálculo era del doble del tamaño que su colega y amigo.
Fanning dijo que primero intentó nadar para alejarse, pero después decidió defenderse, se dio vuelta y le pegó un puñetazo al tiburón. Luego fue visto mientras nadaba a toda prisa hacia un jet ski que lo sacó del agua.
Relató que una vez pasó la adrenalina, empezó a llorar al darse cuenta lo cerca que estuvo de sufrir heridas graves o incluso morir.
En un vuelo desde Port Elizabeth hasta Johannesburgo, una mujer sentada al lado suyo apuntó a la noticia en un periódico y le preguntó si ese era él. Fanning dijo que volvió a llorar.
Indicó que se sintió “insignificante” comparado con el tamaño y la velocidad del tiburón, pero afirmó que no siente ningún rencor hacia el escualo porque sabe que “nosotros estamos en su territorio”.
“Gracias por no comerme”, dijo, bromeando sobre su interacción con el tiburón.
Fanning dijo que puso sentir al tiburón detrás de él, y que se dio vuelta justo cuando chocó con su tabla.
“Pensé, ‘veamos que pasa’. Como siempre, quieres pelear hasta el final”, señaló. “No sé por qué no me mordió. Yo estaba encima, tratando de colocar la tabla entre nosotros. Había que pelear o huir, sólo lo hice por instinto. Cuando perdí la tabla, pensé que era el final. Sólo estaba esperando que viniera a morderme las piernas. Supongo que fui afortunado y que no era mi momento”.