El promotor Bob Arum permaneció en silencio el martes, algo poco común en él, en medio de indicios de que los próximos días definirán si Floyd Mayweather Jr y Manny Pacquiao se suben al cuadrilátero para enfrentarse el 2 de mayo.
En repetidas ocasiones, Arum se negó a emitir comentarios sobre la posible y esperada pelea, al participar en un encuentro entre la prensa y el púgil chino Zou Shiming, en el gimnasio del entrenador Freddie Roach, que se ubica en Hollywood.
“No sé nada”, dijo Arum, quien es el promotor de Pacquiao.
Pero el presidente de la junta directiva de la operadora del casino MGM Grand, emitió simultáneamente una pista sobre el posible combate, durante una conferencia telefónica con analistas para reportar las ganancias de la compañía en el cuarto trimestre.
“Esperamos que sea una gran, gran pelea”, indicó James Murren. “Si es la pelea que esperamos, será la más grande”.
El silencio de Arum sobre unas negociaciones de las que ha hablado públicamente varias veces llegó dos días después de que Mayweather negó que la contienda estuviera pactada, durante una breve entrevista a un costado de la cancha donde se disputó el Juego de Estrellas de la NBA.
“Money” Mayweather dijo que ni él ni Pacquiao habían firmado un contrato para el combate, que repartiría la bolsa más jugosa de la historia.
“Son sólo especulaciones y rumores, pero ojalá que logremos que esta pelea se realice”, dijo el estadounidense al canal TNT.
A comienzos de este mes, Arum comentó a The Associated Press que había un acuerdo sobre algunos aspectos financieros relevantes de la contienda, incluida la repartición de la bolsa a razón de 60-40% en favor de Mayweather. Dado que el combate generaría ingresos sin precedente por 200 millones de dólares o más, la bolsa de Mayweather sería de al menos 120 millones de dólares.
Las conversaciones en paralelo entre las cadenas rivales Showtime y HBO habrían avanzado también en temas importantes.
Mayweather está contratado por Showtime mientras que HBO transmite los combates del “Pacman”.
Y ambas partes han llegado a un acuerdo para que el pleito se realice en el MGM Grand de Las Vegas, donde Mayweather ha peleado por años.
Personas cercanas a las conversaciones, quienes solicitaron permanecer anónimas por no tener autorización para hablar públicamente, confiaron en que una decisión de realizar o no la pelea surja en algún momento de esta semana. Ambos púgiles necesitarían al menos ocho semanas para entrenarse si el combate se pacta.
En caso contrario, tendrían que buscar otros rivales.
Y mientras crecía el rumor entre los círculos boxísticos, acerca de que la contienda se llevará a cabo, sólo hay algo seguro: de realizarse, no será oficial sino hasta que el propio Mayweather lo anuncie.
Hasta ahora, Mayweather no ha mostrado que le corra prisa por ello, al menos en público.