Después de la dolorosa derrota ante Holly Holm, Ronda Rousey no había hablado con nadie. Tras casi un mes finalmente rompió el silencio.
Tras su derrota, le impusieron una suspensión médica, ya que la lesión que sufrió en la mandíbula le costará de tres a seis meses para sanar.
“Todo lo que sucedió después de la pelea fue triste. Tal vez lo logre antes del tiempo de recuperación que me marcaron, mientras mi cuerpo lo resista, serán de tres a seis semanas antes de que pueda comer una manzana, mucho menos recibir un impacto”, comentó para la revista Peoble.
Ronda fue duramente criticada por mucha gente, entre ellas varias personalidades; sin embargo, para “Rowdy” esos comentarios no son importantes.
“Solo me harán cambiar mi carga de trabajo y harán que me prepare más. Yo no tengo por qué cambiar mi manera de ser. No me interesa mucho la opinión de la gente”.
El Presidente de UFC, Dana White, aseguró que Ronda recibirá una revancha directa ante Holm, pero esta podría tardar más de medio año en llegar.