Se acerca la Noche de Reyes, y qué mejor ocasión para recordar la verdadera historia de estos tres pintorescos personajes, que durante la madrugada de todos los 6 de enero, recorren el mundo a caballo dejando regalos en los zapatos de los niños. La historia de los Reyes Magos es de fuerte tradición católica, por eso en los países donde no hay una gran presencia de esta religión, sus figuras son más simbólicas que otra cosa.
La primera aparición de los Reyes Magos se la debemos a la Biblia. Según el libro sagrado, luego del nacimiento de Jesús, llegaron al establo donde el recién nacido se hospedaba junto a sus padres para hacerle cada uno un regalo al nuevo mesías. Los Reyes Magos habían llegado hasta allí solamente guiados por “La estrella de Belén”, que algunos la relacionan con el Cometa Halley en una de sus tantas pasadas sobre nuestro planeta.
De esta manera según la Biblia, se decretó la fecha del 6 de enero, día en que los tres Reyes Magos llegaron desde un origen que no está del todo claro, para encontrarse con el niño salvador, el verdadero hijo de Dios.
Nombres y apariencias
La Biblia no especifica el origen de los Reyes Magos, los cuales se supone que provinieron de Persia o Babilonia, ya que en esos lugares aquellos eran conocidos como magos, y tenían un gran poder e influencia en la sociedad. Además la palabra “mago” se utilizaba comúnmente en esa época para designar a los astrónomos.
Tampoco se extrae de la Biblia sus nombres (Melchor, Gaspar y Baltazar) ni sus apariencias físicas, las cuales fueron incorporadas algunos siglos después gracias a las escrituras de un monje benedictino. En ellos, se estableció que Melchor era un anciano de cabellos y barba blancos; que Gaspar era más joven pero igualmente barbudo y rubio; y que Baltazar, era joven y negro. Según los expertos, estas descripciones hacen una clara referencia en establecer a los Reyes Magos como representantes de Europa, Asia y África, respectivamente.
Un dato de los Reyes Magos que sí nos ha dejado la Biblia, es el correspondiente a los regalos, un aspecto bastante importante, considerando que en varios países los regalos en esta fecha tienen una gran importancia.
Según las escrituras, los Reyes llegaron con tres cofres, uno repleto de oro, otro de incienso, y otro con mirra. Estos elementos, son más simbólicos de lo que parece a simple vista para la tradición católica.
En primer lugar, el oro es un regalo a Jesús entendido como Rey, ya que el oro era el regalo habitual que se destinaba a los reyes de la época. El incienso era un regalo para Jesús entendido como Dios, debido a que se quemaba en los templos en honor a los dioses. Finalmente la mirra, es entendido como un regalo para el Jesús hombre, ya que era la sustancia con la que se embalsamaba a los muertos en la época.
De esta forma, los tres regalos estarían constituyendo los tres perfiles de Jesús, como Rey (de los judíos como se autoproclamó varias veces), como Dios y finalmente como hombre.
Con el correr de los años, la historia de los regalos de los Reyes Magos fue cobrando notoriedad, y en algunas zonas del mundo se utiliza el 6 de enero (el día destinado a los Reyes en los calendarios) como un día especial para realizar regalos a los más pequeños.