San Luis Río Colorado, Son.- Con la idea de trabajar en Las Vegas, Nevada, Felipe Aceves cruzó ilegalmente a Estados Unidos, pero fue deportado a esta frontera de Sonora en 2008, cuando fundó La Librería, única en el municipio y con la que echó raíces en literatura y otras artes.
Procedente del estado de Michoacán y de profesión ingeniero agrónomo, debió trabajar en la localidad, entre otros empleos, como lavaautos, un leve paso como técnico agrícola y siguió limpiando pisos en un pasillo comercial, pero el gusto por la lectura lo llevaron por otro sendero.
En el centro comercial los patrones le encargaron ordenar una pequeña vitrina que estaba en el pasillo y la cual contenía volúmenes con textos esotéricos, de homeopatía y demás temas similares.
“Ya me gustaba la lectura desde antes, los clásicos. Con la vitrina empecé a tomar la idea de fundar un local para la venta de libros de literatura”, dijo. Por eso tres años atrás, fundó el establecimiento denominado precisamente La Librería.
Dicho proyecto empezó a tomar fuerza, comentó, debido a que en la localidad de las dos librerías existentes, una cerró hace muchos años y otra en forma más reciente, así que dejaron un vacío que había que llenar.
Aunque tenía trabajo en su estado natal, luego de recibir el título de ingeniero agrónomo en una universidad michoacana, le atrajo la idea de viajar a la Unión Americana en busca de nuevas y mayores oportunidades.
Así, hace ocho años arribó a esta frontera, investigó cómo estaba la cuestión del cruce indocumentado y un día decidió brincar el muro de acero que fija el límite con la vecina ciudad de San Luis, Arizona.
“Me detuvieron y los oficiales de la Patrulla Fronteriza me preguntaron si tenía papeles, contesté que no. ¿A dónde vas?, a trabajar y me dijeron que lo que estaba haciendo era un crimen. Fue la primera vez que escuché que buscar trabajo te convierte en criminal”, relató.
En ese entonces fue trasladado a la prisión de Parker, Arizona, donde estuvo detenido durante 18 días, después repatriado por la aduana local y entonces debió trabajar en lo que pudo para sobrevivir, recordó.
Él se niega a ser tomado por la cámara y explica que es una forma de exhortar a los tres niveles de gobierno a que apoyen más a los promotores públicos, privados y librerías en la difusión de la literatura y el gusto por la lectura.
Ahora en su establecimiento localizado en la avenida Hidalgo, tiene más de mil títulos, desde los clásicos como “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra; pasando por “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, hasta libros de escritores recientes.
“Una de las mayores satisfacciones es que lleguen, te pidan un libro que no han encontrado en otra parte y lo tengas. Te sientes realizado, sobre todo si los compradores son jóvenes”, manifestó Aceves.
En La Librería, además de literatura, también se pueden comprar enciclopedias, textos infantiles, curiosidades, pero además cuadros de pintores de la región fronteriza, y fotografías de autores locales.
El local de Aceves cuenta con una pequeña cafetería, donde ofrecen capuchinos y refrescos, en especial a quienes acuden a las presentaciones y lecturas nocturnas de libros.
El ex migrante manifiesta que así como San Luis Río Colorado es un oasis urbano en medio del desierto de Altar, La Librería es un oasis de cultura en el desierto de ignorancia de la localidad.